Las lesiones en cráneo y tórax indican que el joven estaba tumbado y fue aplastado
PALMA, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El turista alemán muerto en la autopista de Llucmajor en octubre de 2022 tras supuestamente haber sido arrojado desde una furgoneta podría haber sufrido "lagunas de memoria" y "alteración del juicio" por el elevado consumo de alcohol.
Así lo han indicado los facultativos que practicaron al cadáver las pruebas de alcohol y drogas y que en la sesión de este martes del juicio con jurado en la Audiencia Provincial han señalado que los niveles de alcohol en sangre detectados habrían repercutido notablemente en su capacidad motora, el habla, el deambular, así como haber ocasionado mayor tiempo de reacción y alteración de los reflejos.
Uno de los técnicos ha admitido a preguntas de una de las defensas que el elevado consumo de alcohol podría haber llevado al joven, incluso, a tomar decisiones que pusieran en peligro su vida.
En los mismos términos se ha pronunciado la forense que practicó la autopsia y que ha añadido que los niveles de alcohol detectados en el cuerpo sin vida son compatibles con niveles propios del coma etílico en las horas anteriores al suceso.
Esta perito, por otra parte, ha ratificado que las lesiones que el cuerpo presentaba principalmente en el cráneo y en el tórax indican que el joven murió aplastado por el coche que le pasó por encima estando tumbado sobre la calzada.
La facultativa ha explicado que las fases de un atropello son choque, caída, aplastamiento y arrastre y que el caso del joven alemán solo presentaba las dos últimas, lo que descartaría un atropello previo estando de pie. "La posición en la vía tenía que ser tumbado", ha concluido.