MADRID
'Solar Impulse' y Schindler han unido sus fuerzas a favor de la eficiencia energética con el lanzamiento del 'Solar Impulse', un avión que vuela gracias a la luz del sol y que iniciará su vuelta al mundo en marzo de 2015, sin usar ningún tipo de combustible fósil.
El promotor, presidente y piloto del 'Solar Impulse', Bertrand Piccard, junto al presidente ejecutivo de la Zona Europa Sur de Schindler, Carlos Guembe, han presentado el proyecto este miércoles en Madrid, durante un desayuno informativo organizado por Europa Press.
Así, 'Solar Impulse' es el resultado de la alianza entre dos hombres para hacer realidad un proyecto considerado imposible por los expertos de la industria pues, mientras Piccard --psiquiatra y explorador-- conseguía socios para financiar el proyecto y promovía tecnologías limpias, el ingeniero y empresario André Borschberg reunió y dirigió un equipo técnico de 80 personas.
Después de 12 años de cálculos, simulaciones, construcciones y pruebas, se están ultimando los detalles para el lanzamiento de la segunda versión del 'Solar Impulse', preparado para volar alrededor del mundo con energía solar. Para completar este reto, tendrá que volar sin combustible, con un solo piloto, durante cinco días y noches consecutivos sobre los océanos de un continente a otro.
Este avión solar monoplaza tiene una envergadura de 72 metros y un peso total de 2.300 kilos, lo que le permite obtener un rendimiento aerodinámico y una eficiencia energética mayor que cualquiera hasta la fecha, según sus impulsores.
Cuenta con una cabina de 3,8 m3, y cada uno de sus detalles ha sido diseñado para que el piloto pueda permanecer en ella durante una semana. Sin embargo, en aras de la máxima eficiencia energética, la cabina no está presurizada ni climatizada, lo que supone un desafío adicional para la resistencia del piloto.
El intento de hacer el primer vuelo alrededor del mundo con energía solar está programado para que comience en marzo del 2015 desde Abu Dhabi. El 'Solar Impulse 2' volará sobre el Mar de Arabia, India, Birmania, China, el Océano Pacífico, Estados Unidos, el Océano Atlántico y el sur de Europa (eventualmente en España) antes de cerrar el recorrido volviendo al punto de partida.
Se harán aterrizajes cada pocos días para alternar a los pilotos y organizar, en cada una de sus escalas, actos públicos junto con los gobiernos, las escuelas y las universidades de ese país.
"Para Schindler es un honor participar en un proyecto de esta envergadura, tan importante para el desarrollo tecnológico sostenible" ha afirmado durante el acto Carlos Guembe, al tiempo que ha destacado que han conseguido "llevar los avances en investigación de la energía solar a otros sectores, como el de la elevación".
La multinacional de ascensores y escaleras mecánicas Schindler es uno de los principales patrocinadores de este proyecto, con el que afianza su compromiso con el desarrollo de tecnologías limpias y respetuosas con el medio ambiente.