BANGKOK, 27 Nov. (Reuters/EP) -
La ofensiva del Ejército de Birmania contra los grupos rebeldes ha generado más de 10.000 desplazados, según han señalado varias organizaciones humanitarias, que han acusado al Ejército de bombardear escuelas y templos budistas, atacar a civiles y perpetrar delitos sexuales contra mujeres.
El conflicto birmano comenzó aproximadamente en la década de los 50, aunque desde 1988 la lucha se ha enfocado directamente contra el Gobierno militar, lo que ha empujado a cientos de personas a refugiarse en países fronterizos, como Tailandia, además de los desplazados internos que ya se acumulan en el país. "Los ciudadanos no están seguros y se encuentran en una peligrosa situación porque la presencia del Ejército está creciendo", ha explicado la activista y refugiada, Charm Tong.
Los últimos ataques se produjeron en una aldea que se prepara para la cosecha del arroz. "Muchos de los aldeanos vuelven furtivamente a sus casas para recoger sus pertenencias y después regresan para cuidar de sus arrozales, pero la situación continua siendo inestable", ha señalado la Fundación para los Derechos Humanos en Shan (un estado de Birmania).
Desde el 6 de octubre, el Ejército ha bombardeado seis aldeas, disparado y herido a tres personas y atacado a 17 ciudadanos que ahora están desaparecidos, han señalado varios activistas de Shan. La fundación humanitaria ha documentado ocho casos de violencia sexual desde abril de 2015, incluyendo la violación de una mujer que fue asaltada por 10 soldados mientras su marido permanecía encadenado, en su granja de Ke See.
"Estamos muy preocupados por la pasividad de la comunidad internacional, que no ha condenado públicamente los crímenes de guerra y los ataques a civiles", ha expresado Tong.
Naciones Unidas ha señalado que 6.000 desplazados se refugian en monasterios y centros de acogida temporales. El portavoz de la Oficina de Coordinación y Asuntos Humanitarios del organismo (OCHA), Pierre Peron, ha explicado que varios grupos de ayuda están trabajando con organizaciones locales en el estado de Shan para proveer ayuda humanitaria inmediata --que incluye kits de higiene, ropa, mantas, comida, medicinas, refugio y pastillas para depurar el agua.
"Un equipo liderado por Estados Unidos visitó a algunos desplazados la semana pasada. Continuaremos monitorizando de cerca la situación y tan pronto como la seguridad mejore enviaremos más apoyo", ha afirmado Peron.
En una actualización, realizada este viernes, la OCHA ha señalado que solo en el estado de Kachin la guerra civil ha generado 1.200 desplazados, entre los que se incluyen 500 niños.
EL ARMISTICIO, CADA VEZ MÁS LEJOS
"Nos preocupa que el conflicto dificulte un alto el fuego y que nadie lo firme", ha señalado el secretario de Estado adjunto, Daniel Russel después de las conversaciones mantenidas con el jefe de las Fuerzas Armadas de Birmania, Min Aung Hlaing. Las operaciones militares y la lucha en Shan y la vecina Kachin son "muy preocupantes", ha añadido.
El Gobierno firmó en octubre un 'alto el fuego' con ocho grupos armados étnicos, aunque el acuerdo no alcanzó las expectativas, pues 15 grupos involucrados en el conflicto rechazaron firmar el documento --incluidos el Ejército del Estado de Shan-Norte (SSA-North) y el Ejército Independiente de Kachin (KIA)--. Shan, estado que linda con Tailandia, Laos y China, es una región rica en recursos sobre la que se pretenden emplazar tres proyectos hidroeléctricos.
En 2010, la Junta Militar que entonces gobernaba el país fue reemplazada por un Ejecutivo civil, aunque también respaldada por el Ejército. Tras el cambio, Birmania se embarcó en una serie de reformas que culminaron en las elecciones celebradas a principios de mes en las que el candidato de la oposición, Aung San Suu Kyi, se hizo con el poder con una amplía mayoría.
"Por una parte, damos la bienvenida a estas bellas elecciones, pero otra realidad nos recuerda que la gente está huyendo y muriendo y que las mujeres están siendo violadas", ha afirmado Tong.