Unas 100.000 personas han tenido que huir durante el último año por el repunte de los combates en Marib (Yemen)

Archivo - Niños desplazados tras un ataque aéreo contra un campamento en la provincia de Marib, en el centro de Yemen
Archivo - Niños desplazados tras un ataque aéreo contra un campamento en la provincia de Marib, en el centro de Yemen - XINHUA / XINHUA NEWS / CONTACTOPHOTO - Archivo
Publicado: martes, 8 febrero 2022 1:02

Oxfam denuncia un aumento de los ataques aéreos y el uso de minas antipersona durante el mes de enero

MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

Alrededor de 100.000 personas se han visto desplazadas en Yemen a causa del repunte de los combates desde febrero de 2021 en la provincia de Marib (centro), según ha denunciado este martes la organización no gubernamental Oxfam, que ha apuntado además a un incremento de los ataques aéreos y el uso de minas antipersona.

Oxfam ha indicado en un comunicado que durante el mes de enero se registraron 43 ataques aéreos contra objetivos civiles, lo que supone un 20 por ciento más del total de bombardeos en Marib en los once meses anteriores, con la mayoría de ellos dirigidos contra viviendas y granjas.

"El recrudecimiento del conflicto, el desplazamiento y la muerte que presenciamos en Marib es una instantánea del sufrimiento que padecen las comunidades de todo Yemen", ha resaltado el director de la ONG en Yemen, Muhsin Siddiquey.

"Las personas corrientes que han buscado refugio un lugar que antes se consideraba un oasis de calma son ahora daños colaterales de un prolongado conflicto. La única solución de esta situación es que las partes beligerantes se reúnan y negocien un arreglo pacífico permanente", ha sostenido.

Oxfam ha destacado que la población civil está además expuesta al peligro de misiles, obuses, minas terrestres y artefactos explosivos de fabricación casera, con un total de ocho civiles muertos en enero de 2022 por la explosión de minas antipersona en Marib, tres más que en la totalidad de 2021.

"Las minas terrestres son una barbaridad. No distinguen entre civiles y combatientes, y su amenaza, junto a las bombas y obuses no detonados, se cierne sobre las comunidades durante decenios hasta que son desactivadas", ha resaltado Siddiquey.

"Una de las carreteras clave que conduce a Marib se ha convertido en una zona vedada. Han muerto niños y niñas mientras cuidaban del ganado, e incluso recoger leña puede ser mortal. Me preocupan especialmente los informes que indican que no se conservan registros de los lugares donde se colocan las minas", ha apuntado.

La provincia acoge a más de un millón de desplazados por el conflicto, ya sea en viviendas de la población local o en los entre 120 y 150 asentamientos formales e informales existentes en Marib, según datos de Naciones Unidas. Las autoridades locales cifran en cerca de dos millones el total de desplazados, algunos de los cuales han tenido que huir varias veces en el marco del conflicto.

En este sentido, Salem, un residente en el campamento de refugiados de Al Suaidan, ha apuntado que "las personas que viven en el campamento siempre tienen miedo de las acciones militares que podrían alcanzarlas en cualquier momento".

"Todos estamos angustiados. No puedo salir del campo ni un momento. Vivo con miedo por mi familia, que duerme y se despierta asustada", ha señalado Salem, en unas declaraciones concedidas a Oxfam y publicadas en el marco del informe de la ONG.

DETERIORO DE LAS CONDICIONES DE VIDA

Según datos de la ONU, cerca del 85 por ciento de las familias desplazadas no pueden pagar el alquiler por la falta de oportunidades laborales, lo que las deja expuestas a desalojo, especialmente debido a que nueve de cada diez asentamientos están construidos en terrenos privados y sin acuerdo de ocupación.

Ello se suma al aumento de los precios del alquiler y la depreciación de la moneda local, lo que ha derivado en un drástico repunte de los precios de los alimentos, el combustible y los medicamentos que llevan a la población a quedar atrapada en una espiral de endeudamiento para obtener productos básicos.

Por otra parte, Yemen hace frente a una nueva oleada de la pandemia de coronavirus que afecta especialmente a los desplazados que no tienen acceso a letrinas y agua potable. Además, a causa del conflicto sólo están operativos cerca de la mitad de los centros de salud, lo que deja a dos de cada tres yemeníes sin acceso a los servicios de salud.

Oxfam ha recordado que trabaja en Marib con el fin de mejorar el suministro de agua, instalar letrinas y proporcionar transferencias monetarias para que las familias puedan comprar los productos de primera necesidad. El año pasado, Oxfam Intermón ayudó a 95.928 personas de Marib, facilitando agua potable a 60.000 y transferencias monetarias a otras 14.875.

Marib es el epicentro del conflicto en el país después de que los huthis lanzaran una ofensiva contra ella en febrero en febrero de 2021. La provincia, con importantes reservas de petróleo, es además el único bastión en el norte del país del Ejecutivo reconocido.

La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por una coalición internacional liderada por Arabia Saudí, y a los huthis, respaldados por Irán.

Los rebeldes controlan la capital otras zonas del norte y el oeste del país. Los principales combates se centran en estos momentos en la provincia de Marib, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial.

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