Un 14 por ciento de los voluntarios que han probado la vacuna rusa han sufrido efectos secundarios

La vacuna rusa Sputnik V
La vacuna rusa Sputnik V - RDIF (FONDO DE INVERSIÓN DIRECTA DE RUSIA)
Publicado: martes, 15 septiembre 2020 11:31

MADRID 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un 14 por ciento de los voluntarios que han participado en los ensayos clínicos posteriores al registro oficial de la vacuna rusa contra el coronavirus, Sputnik V, han sufrido efectos secundarios como fiebre o dolor muscular, según ha informado el ministro de Sanidad ruso, Mijail Murashko.

"Fueron vacunadas más de 300 personas. Un 14 por ciento de ellos tienen quejas menores de debilidad, dolores musculares menores durante el día y alguna vez tienen fiebre", ha dicho Murashko, en una comparecencia ante la prensa rusa.

El ministro ha subrayado que este tipo de complicaciones son previsibles y "están descritas en las instrucciones". Además, ha contado que tres grandes fabricantes se han unido al trabajo sobre la vacuna Sputnik V.

"En paralelo está en marcha la producción industrial de una gran cantidad de dosis de la vacuna, incluidas formas liofílicas y líquidas. Hasta la fecha, tres grandes fabricantes trabajan en este área. La labor avanza de acuerdo con la hoja de ruta", ha indicado.

El 11 de agosto el Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya registró oficialmente la vacuna rusa Sputnik V, que se producirá con la cooperación del Fondo de Inversión Directa de Rusia (RFPI).

Según los desarrolladores, la vacuna rusa ha demostrado una inmunogenicidad estable y protegerá contra el nuevo coronavirus por un plazo de hasta dos años. A principios de septiembre comenzaron los ensayos posteriores al registro de la vacuna, en los que participarán unos 40.000 voluntarios, según informa la agencia de noticias rusa Sputnik.

El director del RFPI, Kiril Dimitriev, ha dicho que el fondo recibió solicitudes de más de 20 países para adquirir 1.000 millones de dosis de esa vacuna. Dimitriev ha contado que Rusia ha cerrado acuerdos para producirla en cinco países, en los que las capacidades disponibles permiten obtener hasta 500 millones de dosis al año.

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