MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
Representantes de los catorce grupos armados que operan en República Centroafricana (RCA) se han reunido este jueves por primera vez para tratar un posible proceso de desarme y reinserción en el que, según el presidente, Faustin-Archange Touadéra, no será omitido ningún asunto.
La jornada de apertura de las reuniones del Comité Consultivo se han celebrado el Palacio Presidencial, en la capital del país, Bangui, tras lo que los encuentros sobre la materia arrancarán este viernes.
Durante la jornada, el representante del Frente Popular para el Renacimiento de Centroáfrica (FPRC), Lambert Lissane, ha justificado la decisión previa del grupo de no participar en las reuniones por la "campaña de mentiras" contra la formación.
Por su parte, el jefe de una de las ramas de las milicias cristianas 'anti balaka' ha argumentado que tampoco estos grupos participaron por su "resistencia contra la represión", agregando que "hace falta que la guerra termine en RCA".
Sin embargo, esta primera jornada ha dejado entrever algunas de las dificultades a las que hará frente el proceso, ya que el FPRC se ha mostrado en desacuerdo con las condiciones de elección de los combatientes que serían integrados en las Fuerzas Armadas.
"El FPRC condiciona su participación efectiva a la firma de un acuerdo político", ha dicho Lissane, según ha informado la emisora Radio France Internationale.
La posibilidad de una amnistía parece también improbable, ya que la comunidad internacional está presionando para que esta medida no sea aplicada tras el fin del conflicto.
El FPRC es el grupo más importante integrado en la coalición anteriormente conocida como Séléka, de mayoría musulmana. La coalición tomó Bangui y expulsó en 2013 al entonces presidente, François Bozizé.
Desde entonces la violencia se ha cobrado miles de vidas en enfrentamientos entre musulmanes y las milicias antibalaka cristianas. Las elecciones de 2016 parecen haber abierto un periodo de relativa estabilidad.
Sin embargo, en noviembre estallaron combates entre el FPRC y la Unión por la Paz en Centroáfrica (UPC), de mayoría fulani, en las inmediaciones de Bambari. Decenas de personas han muerto y unas 20.000 han tenido que huir de sus hogares. El FPRC está acusado de limpieza étnica de fulanis.