MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
El gobernador militar de Járkov, Oleh Synehubov, ha confirmado este viernes un nuevo ataque de Moscú contra las infraestructuras energéticas en el este de Ucrania, el cual ha ocasionado cortes de electricidad hasta en 150.000 hogares y ha herido a ocho personas.
Un día después de la visita del presidente Volodimir Zelenski a Bruselas y en medio de las negociaciones para el envío de armamento, Moscú ha realizado un nuevo ataque con drones y misiles contra las infraestructuras energéticas de la región de Járkov, en el este de Ucrania.
Según ha afirmado Synehubov a través de Telegram, al menos ocho personas han resultado heridas tras el ataque, las cuales se encontraban reparando los daños causados por un ataque anterior. Todos ellos han sido hospitalizados, dos de los cuales se encuentran en estado grave.
Además, las autoridades ucranianas han reportado nuevos bombardeos en otras localidades de la misma región durante toda la jornada, entre ellas, Kúpiansk y Vovchansk, donde han notificado otra persona herida.
Por su parte, el secretario del Ayuntamiento de la región de Zaporiyia, Anatoliy Kurtev, ha confirmado también un "ataque masivo" en la región, en el sureste del país, donde se han reportado 17 proyectiles rusos contra objetivos específicos de la ciudad, también en infraestructuras energéticas.
Kurtev lo ha descrito a través de un mensaje en Telegram como "el mayor número desde el comienzo de la invasión" mientras continúan las actualizaciones sobre los daños y las víctimas.
En este momento, el frente caliente de la invasión rusa en Ucrania continúa en el este del país, todo ello mientras tras segunda salida de Ucrania de Zelenski desde el inicio de la guerra.
El presidente ucraniano visitó el jueves el Parlamento Europeo, donde intervino en un pleno extraordinario, antes de participar en persona en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea.
A punto de cumplirse el primer aniversario de la invasión, la UE quiere reforzar su mensaje de apoyo a Kiev, que ya quedó simbólicamente reflejado la semana pasada, cuando la plana mayor de Bruselas, incluida Von der Leyen y Michel, viajaron al país en guerra.