Unos 160 diputados de seis países piden a Maduro que permita la observación internacional

CARACAS, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

Un total de 157 legisladores de seis países de la región --Estados Unidos, Costa Rica, Colombia, Chile, Brasil y Perú-- han pedido en una carta al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que permita que haya observadores internacionales en las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre para garantizar que son "democráticas".

"Respetuosamente le solicitamos que permita la participación de diversos organismos internacionales, específicamente de la Organización de Estados Americanos y de la Unión Europea, como observadores electorales", han dicho.

Los firmantes han argumentado que "a medida que los ciudadanos se acercan a las urnas, la presencia de observadores internacionales calificados permitiría que todos los venezolanos tengan el mayor grado de confianza en la integridad del proceso y de los resultados".

Además, han llamado la atención sobre el hecho de que estos comicios "no contarán con la participación de varios líderes que permanecen encarcelados". "En ese contexto, nos hacemos eco de los llamados de varios dignatarios extranjeros quienes, desde el pluralismo ideológico, han intentado sin éxito visitar a los líderes políticos y estudiantiles presos, por lo que pedimos su liberación inmediata", han dicho.

También han expresado su "preocupación" por la inhabilitación de candidatos opositores. "Esta realidad contribuye a una percepción pública que sugiere que la actual coyuntura preelectoral se encuentra enmarcada en un ambiente de parcialidad y ausencia de plenas garantías", han apuntado.

Los legisladores han destacado "la importancia que tienen (estos comicios) para Venezuela (...), dado que la Asamblea Nacional juega un papel vital en la toma de decisiones que afectan la vida cotidiana de los ciudadanos del país".

Por ello, "es fundamental que las elecciones sean un reflejo de los intereses y de la voluntad de todos los venezolanos", a lo cual --han sostenido-- contribuirá la presencia de observadores internacionales, ya que sería "garantía de objetividad y credibilidad".