MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Jordania han cifrado este jueves en alrededor de 2.000 el número de miembros del grupo yihadista Estado Islámico que se habrían infiltrado en el país haciéndose pasar por refugiados.
El comandante de la Guardia Fronteriza, Saber Mahayrah, ha subrayado que durante sus operaciones de identificación de refugiados las fuerzas de seguridad se han incautado de cinturones de explosivos, mensajes y otros materiales peligrosos.
En este sentido, ha explicado que estas medidas de seguridad son parcialmente causantes de los retrasos en los procesos de entrada y registro de los refugiados que cruzan la frontera, según ha informado el diario local 'The Jordan Times'.
Mahayrah ha señalado además que la Guardia Fronteriza ha hecho además frente a numerosos intentos de infiltración por parte de presuntos terroristas o narcotraficantes, destacando la rapidez de la respuesta de las autoridades ante estos sucesos.
Por otra parte, ha recalcado que el Gobierno ha advertido a todos los grupos armados que operan en Siria que se mantengan a una distancia de siete kilómetros de la frontera, en un intento de evitar ataques contra su territorio.
Así, ha dicho que la frontera "está sellada y bien protegida", reconociendo que "el sur de Siria es la región más preocupante para nosotros". Pese a ello, ha insistido en que "se detecta hasta a los pájaros que sobrevuelan la frontera".
"Las amenazas van desde cohetes disparados contra las torres de vigilancia hasta cinturones de explosivos, agentes biológicos y químicos y proyectiles de largo alcance", ha enumerado, añadiendo que "existen planes para hacer frente a todas estas amenazas potenciales".
Por último, Mahayrah ha subrayado que las autoridades jordanas "intentan lograr el equilibrio" entre la seguridad y la protección de los refugiados, afirmando que "las puertas siguen abiertas para los hermanos que sufren".