GINEBRA, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas, David Beasly, ha denunciado este lunes que unos 250.000 niños "podrían morir de hambre en Kasai", una región ubicada en el centro de República Democrática del Congo, en los próximos meses si no les llega con rapidez la suficiente ayuda en forma de alimentos.
El PMA ha advertido del riesgo que existe de que se produzca una catástrofe humanitaria en la región del Gran Kasai, tras quedar devastada por el conflicto. Unos tres millones de habitantes en esta región sufren una inseguridad alimentaria severa, al sufrir dificultades para alimentarse y necesitar asistencia.
"Necesitamos acceso a esos niños y necesitamos dinero, urgentemente", ha subrayado. Los tradicionalmente altos niveles de desnutrición registrados en Kasai se dispararon después del estallido del conflicto étnico que se desató hace un año y que se ha caracterizado por una oleada de violencia y asesinatos.
De las 7,7 millones de personas en RDC que sufren inseguridad alimentaria severa, un 40 por ciento de ellas viven en la región de Kasai, donde se han atacado hospitales, clínicas y escuelas y se han destruido cultivos y aldeas enteras.
El PMA está ampliando la ayuda humanitaria de urgencia en la zona para asistir a unas 500.000 personas. Se ha destinado a decenas de trabajadores y 80 vehículos todoterreno adicionales para entregar alimentos en las zonas más apartadas. Asimismo, se está ampliando la tarea del Servicio Aéreo Humanitario de Naciones Unidas, encargado del envío de suministros a la región.
Beasley, ha anunciado este lunes el compromiso adquirido por parte del presidente de República Democrática del Congo, Joseph Kabila, para satisfacer todas las peticiones del PMA.
Beasley ha explicado que Kabila le ofreció "garantías de que haría todo lo posible", tras mantener una discusión "muy franca" entre ambos. "El país se está desestabilizando y necesita atención porque si no se la prestamos ahora podría tener impacto en toda la región de África. Eso es lo último que necesitamos en esta fase de fragilidad que vive en el mundo", ha concluido.
LUCHA DESESPERADA POR LA SUPERVIVENCIA
Esta operación de emergencia del PMA en RDC se lanzó en agosto y se ha financiado hasta el momento a través de endeudamiento interno. La comunidad internacional solo se ha encargado del 1 por ciento de los 135 millones de dólares que se habían estimado necesarios hasta mediados de 2018.
"He conocido a muchas mujeres y niños cuyas vidas se han reducido a una lucha desesperada por la supervivencia", ha declarado Beasley. "En una tierra tan rica en recursos, es desgarrador. Y es inaceptable", ha denunciado.
Beasley ha reconocido que los países donantes están preocupados por la recepción limitada de sus inversiones, al tiempo que ha contado que algunos de esos países han amenazado con enviar dichos fondos a estados donde tengan más impacto.
El director ejecutivo del PMA ha asegurado que tiene en consideración la preocupación de los gobiernos donantes, pero ha afirmado que no se puede responsabilizar "a mujeres y niños inocentes por los errores de los demás".
Beasley ha subrayado que el deseo de las personas "valientes" que ha conocido en RDC es "la paz, la paz para poder cultivar su propia comida, reconstruir sus vidas y construir un futuro mejor para sus hijos", el mismo mensaje que le transmitió a Kabila y a su Gobierno. "Les pido que hagan más para ayudar", ha concluido.