BRUSELAS, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los ministros del Interior de la Unión Europea han reiterado este viernes el compromiso de actuar unidos frente a la presión migratoria y lograr un acuerdo para un pacto "resiliente a los abusos" antes de que acabe la legislatura en 2024, señalando claves como el refuerzo de la frontera exterior, agilizar retornos y cooperar mejor que están sobre la mesa desde hace dos años sin que logren resolver las diferencias de fondo.
"Si algo hemos aprendido es que las respuestas son necesariamente europeos. Damos bienvenida al espíritu de confianza y cooperación con el que han acudido los ministros. Ha sido distinto al espíritu de la crisis del 'Ocean Viking' que permitió a fuerzas populistas decir que Europa no es capaz de dar respuestas. Hoy los ministros han demostrado que no es verdad", ha señalado el vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Migración, Margaritis Schinas, tras la reunión extraordinaria de ministros del Interior en Bruselas convocada para rebajar la tensión por el desembarco del buque de la ONG.
Los Veintisiete han señalado la importancia de dedicar todos los esfuerzos para encontrar un compromiso sobre la reforma de la política de asilo y migración de la UE antes del final del actual mandato de la Comisión, en 2024.
Los ministros han coincidido en el objetivo de tener un sistema de asilo y migración sostenible que sea resistente "al abuso" y también capaz de abordar las consecuencias del desembarco de migrantes tras operaciones de rescate en el mar.
Durante la reunión, los Estados miembros de la cuenca mediterránea pidieron más solidaridad para poder acoger a las personas que llegan por mar, han señalado a Europa Press fuentes diplomáticas.
Según ha señalado Schinas, "todos los ministros" han apoyado el plan de la Comisión Europea con una veintena de medidas, incluido reactivar la plataforma voluntaria de reubicación, poniendo las bases para lograr avances en la reunión de Interior del próximo mes de diciembre.
"La migración no debe ser un tema que intoxique la política, hay que traer normalidad al debate y seguir demostrando que Europa es parte de la solución , ha asegurado el comisario griego, poniendo como ejemplo la gestión de la UE a la acogida de refugiados ucranianos o la respuesta a la migración orquestada por Bielorrusia hace un año.
Los responsables de Interior europeos se veían las caras este viernes en una reunión extraordinaria que buscaba "facilitar el diálogo" entre países, en un intento por rebajar la tensión por desencuentros como el que llevó a Francia a romper recientemente con la reubicación voluntaria de refugiados, tras la crisis vivida con el barco de la ONG 'Ocean Viking', al que Italia se negó a permitir su llegada.
Entretanto, Bruselas ha planteado un plan de acción con una veintena de medidas, incluido reactivar la plataforma voluntaria de reubicación pactada este año, que puede servir de "puente" hacia el mecanismo permanente que existe en el marco del Pacto de Migración y Asilo. Schinas ha anunciado que Bruselas pondrá en marcha un plan similar para la región de los Balcanes antes de la cumbre UE-Balcanes del 6 de diciembre en Tirana.
Se han cumplido ya dos años desde que Schinas presentó junto a la comisaria de Interior, Ylva Johansson, una propuesta de reforma de la política migratoria y de asilo con la que establecer un equilibrio entre la solidaridad y la responsabilidad de los países de la UE que busca salvar las diferencias entre los países del sur, más expuestos, y otros como Hungría que rechazan toda acogida.
El Pacto plantea medidas vinculantes, incluido un mecanismo para el reparto entre socios de la acogida de los refugiados que permitirá a los gobiernos que no quieran asumir su cuota contribuir financieramente, así como un refuerzo del control de la frontera exterior de la UE y un impulso a la cooperación con los países de origen y tránsito de las rutas irregulares para frenar las salidas y agilizar las deportaciones.
Este debate cobra más importancia en un momento en el que, según datos de Frontex, en los primeros 10 meses del año, se detectaron alrededor de 275.000 entradas irregulares en las fronteras exteriores de la UE, un 73% más que en el mismo período del año pasado. Se trata del registro más alto para los primeros 10 meses del año desde 2016.