BRUSELAS, 17 May. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de la UE darán este lunes el primer paso para poner en marcha una operación militar naval para desmantelar el modelo de negocio de las mafias que trafican con inmigrantes en el Mediterráneo y sin excluir la posibilidad de destruir sus embarcaciones si el Consejo de Seguridad de la ONU lo autoriza o las autoridades libias lo aceptan.
La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, espera "tomen la primera decisión de la operación el lunes". "Esto significaría indicar el cuartel general, el comandante y avanzar en la planificación de la operación", ha explicado.
La jefa de la diplomacia europea ha dejado claro que no habrá despliegue de militares en suelo libio. "No estamos planificando de ninguna manera una intervención militar en Libia. No es una opción para nosotros. Lo que planeamos es una operación naval, en coordinación esperamos con las autoridades libias relevantes, para desmantelar el modelo de negocio de las organizaciones criminales que están actuando, haciendo contrabando y traficando con personas", ha precisado.
Mogherini ha asegurado que las primeras fases de la operación que ha propuesto a los Veintiocho no necesitarían una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
La misión no necesitaría una resolución de la ONU para la primera fase centrada en recabar información de inteligencia sobre las redes criminales y sus activos y operaciones de salvamento en el mar y tampoco para segunda fase que consistiría en actuar contra las mafias que trafican con inmigrantes o drogas en "casos limitados", es decir "en aguas internacionales" o "si la embarcación no tiene pabellón o el país del pabellón ha dado su consentimiento" para que un buque militar de la operación "detenga este barco", según fuentes militares y europeas.
LA ONU DEBE AUTORIZAR DESTRUCCIÓN DE BARCOS
Pero sí se necesitaría para la tercera fase de la misión consistente en "destruir los medios de los traficantes en tierra o mar" o entrar en aguas libias, según han precisado fuentes militares.
"La resolución nos dirá hasta donde podemos ir", ha resumido una fuente de alto nivel, preguntada por las reservas de Rusia a la destrucción de las embarcaciones. También China mantiene reservas, mientras que Estados Unidos cuestiona que la situación en el Mediterráneo constituya "una amenaza para la paz y la seguridad internacional" que necesite el aval de la ONU por entender que la política de inmigración y control de fronteras es una "competencia nacional", según fuentes diplomáticas.
De momento, la UE sólo contempla "acciones en el mar" pero no utilizar "fuerzas especiales" para destruir las embarcaciones de los traficantes "en mar o tierra", según fuentes diplomáticas y militares. Y tampoco se descartan ataques quirúrgicos aéreos como el que llevó a cabo España en el marco de la misión europea Atalanta contra equipos e instalaciones de los piratas en Somalia, a pesar de que Mogherini aseguró en Nueva York que "nadie está pensando en bombardear", según fuentes diplomáticas.
Tampoco está claro qué se haría con los inmigrantes que se rescatan o con los propios traficantes, que deberían ser juzgados, según varias fuentes diplomáticas. La mayoría de países aboga por trasladarlos a Italia, que se resiste a aceptar esta opción, según fuentes consultadas. Mogherini ha asegurado que "no habrá devoluciones en caliente" ni se devolverá a ninguna persona con derecho a protección de vuelta a su país "sin su consentimiento".
España ha dejado claro la necesidad de contar con "normas de enfrentamiento claras" pero también acuerdos establecidos con Frontex y las autoridades italianas y maltesas antes de pasar a la segunda fase de la misión para que ellos asuman la responsabilidad sobre los inmigrantes rescatados pero también los traficantes, con vistas a juzgarles, según fuentes militares.
Todos los detalles de la operación deberán concretarse en el plan operativo, que deberá elaborar el comandante de la misión. El objetivo es que si los Veintiocho dan el primer paso el lunes, los líderes europeos puedan tomar en la cumbre de junio "la decisión de lanzar la operación", ha precisado la jefa de la diplomacia europea, que ha confiado en todo caso que de aquí a la decisión de lanzar la misión el Consejo de Seguridad de la ONU tome "las decisiones apropiadas" para aprobar una resolución que autorice el uso de la fuerza al amparo del capítulo VII de la Carta de la ONU.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE reclamaron, en la cumbre extraordinaria del 23 de abril, preparar de inmediato una posible operación militar para "emprender labores sistemáticas de identificación, captura y destrucción de embarcaciones antes de que las utilicen los traficantes" en el Mediterráneo en el marco de la legalidad internacional en respuesta a la crisis migratoria, y acordaron triplicar la financiación para las operaciones de FRONTEX y aportar más barcos, aviones y personal.
ESPAÑA DISPUESTA A PARTICIPAR
España podría aportar un barco y un avión a una posible operación militar de la Unión Europea contra las mafias que trafican con inmigrantes en el Mediterráneo, según han informado fuentes diplomáticas a Europa Press.
España ha sido uno de los diez países que ya ha avanzado su disposición a participar en la nueva operación si se materializa junto con Francia, Reino Unido e Italia, país que ha ofrecido asumir el mando de la misión y poner el cuartel general, así como Polonia y Eslovenia, entre otros, según han avanzado fuentes diplomáticas y europeas.
"Será una operación muy arriesgada (...) Las armas utilizadas por las milicias o Daesh en Libia son mucho más sofisticadas que las utilizadas por los piratas frente a las costas en Somalia", ha explicado la fuente de alto nivel europea, que ha admitido que contemplan riesgos como que los traficantes "intenten disparar contra los inmigrantes" cuando se trate de abordar una embarcación. Tampoco se descarta que la UE pida asistencia a la OTAN, según fuentes diplomáticas.
Los Veintiocho aprobarán el lunes en todo caso el concepto de la gestión de crisis de la operación, aunque previsiblemente esperarán a adoptar la decisión legal para establecerla a que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una resolución que la avale al amparo del capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas que autoriza al uso de la fuerza, aunque tampoco se excluye que la adopten el lunes, según ha avanzado una fuente de alto nivel de la UE.
Si se establece la misión esto permitirá identificar al cuartel general de la operación, previsiblemente el de Roma y nombrar al contraalmirante italiano Enrico Credendino jefe de la operación, según fuentes diplomáticas consultas.