Actualizado: viernes, 28 abril 2017 13:29

BRUSELAS 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE se han mostrado divididos este viernes sobre la idea de buscar un nuevo tipo de relación y cooperación con Turquía, si implica la ruptura de las negociación para la adhesión al bloque de manera unilateral, pese a la deriva autoritaria del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan, que preocupa de forma unánime a los Veintiocho tras la reforma constitucional aprobada en referéndum.

El ministro de Exteriores austríaco, Sebastian Kurz, cuyo país es el único que abiertamente lleva meses pidiendo poner fin a las negociaciones de adhesión, ha reclamado este viernes a sus homólogos "una posición valiente y clara" respecto a Turquía y las relaciones futuras en su reunión informal en La Valeta, donde el gran ausente ha sido el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson. "Contactos con Turquía sí, pero adhesión no", ha resumido el austríaco.

"Con el referéndum muchos piensan que la línea roja se ha franqueado", ha asegurado Kurz, que ha dejado claro que para él Turquía ha rebasado el límite con la detención de periodistas y la presión a la oposición.

Los ministros de Asuntos Exteriores luxemburgués, Jean Asselborn, y eslovaco, Miroslav Lajcak, también se han posicionado entre los más críticos con mantener el estatus quo. "La Turquía democrática es cosa del pasado. Tenemos que tratar con otra Turquía después del referéndum. Esto también está vinculado a nuestras negociaciones de adhesión", ha dicho el luxemburgués. "Tenemos que ver cuándo y con qué medios establecemos la relación futura entre la Unión Europea y Turquía. El momento no ha llegado todavía", ha aclarado.

Su homólogo eslovaco ha dicho que hay "que ser serios, dejar de pretender que vivimos algo en lo que no creemos". "La adhesión a la UE va de valores", ha avisado el ministro eslovaco, que ha dejado claro que "Turquía necesita a la Unión Europea más de lo que la Unión Europea necesita a Turquía". Al ser preguntado si la UE debe poner fin a las negociaciones de adhesión con Turquía, el jefe de la diplomacia eslovaca ha confiado en que haya una discusión "muy abierta" al respecto.

LA POSTURA ALEMANA

"El Gobierno federal está estrictamente en contra del hecho de que rompamos las discusiones, algo que no tiene utilidad", ha dicho, en cambio, el ministro de Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, a su llegada a la reunión, aunque sí ha defendido "nuevos formatos de discusiones" con Turquía, "un gran vecino, incluso con una dictadura militar". "Nunca hemos excluido a Turquía en la OTAN, por qué deberíamos estar interesados en empujarle hacia Rusia", ha advertido.

"No hay mucha sustancia en la actualidad en las negociaciones de adhesión, pero al menos no hemos roto por completo. No queremos romper por completo y desde luego no hasta que haya otra cosa sobre la mesa" con la que estuviera de acuerdo Turquía y no sea algo "unilateral" de Europa, han explicado a Europa Press fuentes diplomáticas alemanas.

El ministro de Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault, ha dejado claro que los europeos quieren "tener respuesta, esclarecimiento sobre dónde va Turquía". "Después del referéndum, que da casi plenos poderes al presidente de Erdogan, ¿qué va a ser de Turquía? Va a romper con los principios del Estado de Derecho que defiende Europa?", ha cuestionado el ministro galo.

Ayrault ha recordado que "no hay nuevos capítulos abiertos" con Turquía tras la decisión de los Veintiocho en diciembre de no avanzar hasta que haya mejoras democráticas y ha insistido en la necesidad de seguir cooperando con Turquía contra el terrorismo y en materia de refugiados.

"No hay capítulos nuevos abiertos. No es deseable hacerlo. Es la posición de Francia. Hay otras negociaciones posibles sobre la Unión Aduanera", ha explicado, al tiempo que ha dejado claro que si Turquía reintroduce la pena de muerte en el país como ha evocado Erdogan tras el referéndum "sería una verdadera ruptura" de las negociaciones.

"YA NO ESTÁN AHÍ"

El ministro de Exteriores holandés, Bert Koenders, también ha recordado que "ya no están ahí realmente" las negociaciones de adhesión ante el parón acordado y ha considerado que lo importante es ver si Ankara, que es "un socio estratégico" para combatir el terrorismo, quiere "seguir siendo un país candidato".

"Y si es así, tenemos para ellos los criterios de Copenhague. La pelota está un poco en su tejado", ha resumido, admitiendo que el Gobierno holandés aspira a "rebajar la tensión" con Turquía, pese a sus "difíciles" relaciones bilaterales tras el veto a actos a favor del referéndum turco en el país.

"Esta es una reunión informal de ministros, de modo que no esperen decisiones hoy, pero creo que necesitamos una discusión serena, franca, profunda y seria entre los ministros de Exteriores" sobre el estado y el futuro de las relaciones con Turquía, ha explicado la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, que ha recordado que los Veintiocho tendrán la oportunidad de discutir también con su homólogo turco, Mevlüt Çavusoglu, por la tarde, con el resto de países candidatos a la adhesión.

En línea con la posición de su Gobierno, el comisario de Ampliación, el austríaco Johannes Hahn, ha reiterado que "la situación actual, tal y como está, no es sostenible". "Es frustrante para ambas partes", ha dicho, insistiendo no obstante en la necesidad de mantener "muchas áreas" de cooperación con Ankara.

ESPAÑA, "PREOCUPADA"

El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, ha admitido "preocupación" por la situación en Turquía pero ha reclamado mantener "un diálogo constructivo y crítico con Turquía" sin hablar de romper las negociaciones de adhesión. "Queremos que siga ateniéndose a sus compromisos derivados de su condición de Estado candidato y de miembro del Consejo de Europa para hacer que mantiene el Estado de Derecho, la democracia y la división de poderes", ha defendido.

"Estoy convencido de que estas negociaciones con Turquía son una herramienta muy importante. Solo veo una línea roja (para romperlas), que es la pena de muerte", ha defendido por su parte el ministro checo, Lubomír Zaoralek.

También el ministro de Exteriores lituano, Linas Linkevicius, ha puesto en duda de que "cualquier sanción o presión excesiva cambiara las cosas" y hay que tener en cuenta "los factores geopolíticos". "No debemos hacer más grande esta brecha entre nosotros, no es rentable, no es racional", ha insistido. "Es muy fácil cortar, poner fin, romper, pero es más responsable intentar preservar lo que se ha creado", ha remachado.

"Hay muchas preocupaciones por lo que está ocurriendo en el plano de los Derechos Humanos en Turquía y claro que queremos ser claros sobre el Estado de Derecho debe obedecerse", ha dicho el ministro de Exteriores finlandés, Timo Soini.

El ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijarto, ha dicho que su país "respeta" el resultado del referéndum turco y ha avisado del "riesgo" de que "cientos de miles" de inmigrantes "podrían volver a entrar" en Europa si el acuerdo sobre refugiados con Turquía deja de funcionar después de la UE decidiera "poner la seguridad de Europa en manos de Turquía". Y ha reclamado a la UE que no aplique "doble estándares". "No recuerdo que cuando las instituciones europeas querían el acuerdo en inmigración con Turquía elaboraran mucho sobre cuestiones de Derechos Humanos en Turquía".

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