BRUSELAS, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Interior de la Unión Europea buscarán el próximo lunes el modo de "acelerar el proceso" de reubicación de 160.000 refugiados en los Estados miembros --apenas han sido realojados un centenar en un mes--, al tiempo que examinarán qué trato ofrecer a aquellos demandantes de asilo que rechazan ser registrados o trasladados a su llegada a suelo europeo.
Uno de los problemas que están encontrando los países a donde llegan en primer lugar los demandantes de asilo es la negativa de éstos a que se tomen sus huellas y a ser registrados para tramitar su expediente, según indican fuentes europeas, por miedo a ser deportados o a no poder elegir el país al que ser trasladados.
De acuerdo al acervo comunitario, los Estados miembros pueden "detener" a un inmigrante o a un demandante de asilo por un periodo de seis meses (prorrogable hasta 18 meses) si se niega a cooperar con las autoridades del país.
Pero esta medida se plantea "en última instancia" y no implica su retención en prisión, sino en centros habilitados para los inmigrantes. Se trata de una posibilidad que ya existe, pero es probable que los ministros centren gran parte del foco de la discusión del lunes en este elemento, para recordar que es una alternativa.
"Existe el derecho de asilo en Europa, pero no a elegir el Estado miembro", advertía un alto funcionario europeo al referirse a uno de los problemas que está frenando el inicio del plan de reubicación europeo.
El propio presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, advirtió hace días en el pleno del Parlamento Europeo de que "si no hay registro, no hay derechos", en un intento por alertar a los inmigrantes de la necesidad de colaborar.
Si bien fuentes europeas matizan esta afirmación y recuerdan que los inmigrantes siempre estarán asistidos por derechos fundamentales, incluido el principio de 'non refoulement' (no devolución), que impide a un país devolver a un inmigrante a una frontera en donde su vida o su libertad se puedan ver amenazados.
También se han reiterado las llamadas a Grecia e Italia para que tengan operativos cuanto antes todos sus centros de registro y retención de inmigrantes ('Hotspot'), para facilitar su traslado.
ACELERAR MEDIDAS PARA FRENAR LA LLEGADA DE REFUGIADOS
Otro de los asuntos clave de la discusión de los ministros tiene que ver con la necesidad de "acelerar" las medidas acordadas hasta la fecha por los Veintiocho, lo que incluye aportaciones económicas y en recursos para atajar la crisis de refugiados.
Los fondos anunciados por los líderes de la Unión Europea en su última cumbre para ayudar a los países vecinos de Siria a atender a los refugiados y contener su flujo no se han traducido aún en aportaciones reales.
Bruselas publica actualizaciones periódicas de las contribuciones confirmadas formalmente en un intento por presionar a los Gobiernos, pero éstos apenas han aportado 520 millones de euros, de los 2.800 millones anunciados.
Además de hacer balance de las acciones puestas en marcha por el momento, los ministros deberán analizar si será necesario diseñar otras medidas, tanto a corto como a largo plazo, por ejemplo intensificando la capacidad de acogida, como ya han acordado los países más afectados por el tránsito de refugiados a través de la llamada 'ruta de los Balcanes'.
La cita del lunes es la primera de varias reuniones al más alto nivel que se celebrarán a lo largo de la semana para tratar de reducir el flujo migratorio y de preparar la atención urgente a los miles de demandantes de asilo llegados a la UE y que se encuentran desprotegidos ante la llegada del invierno.
El miércoles y jueves, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y de sus socios africanos se reunirán en La Valeta para intentar la cooperación mutua en materia migratoria. Y los líderes de la UE se reunirán a 28 al término de la cumbre con los países terceros, con el objetivo de dar un nuevo impulso a la estrategia europea.