La Comisión reorientará ayudas del Erasmus+ y avanza 10 millones proyectos para integrar a refugiados y combatir radicalización
BRUSELAS, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los responsables de Educación y Juventud de los Veintiocho han reconocido la necesidad de destinar más fondos a la integración e inclusión social y educativa de los jóvenes en Europa y, también, de los miles de inmigrantes y refugiados que han llegado en los últimos meses al Viejo Continente para combatir la radicalización tras los atentados de París, reivindicados por el Estado Islámico.
Varios Estados miembros han defendido, durante el debate público de los Veintiocho en el marco del Consejo de Educación y Juventud, el papel del programa comunitario Erasmus+ de intercambio de estudios y prácticas laborales para fomentar la integración de los jóvenes e inmigrantes en la UE.
El comisario de Educación y Juventud, Tibor Navracsics, ha advertido de que "los terribles ataques recientes en París muestran que tenemos que utilizar la política educativa y de juventud de forma mucho más eficaz" para "atajar las raíces de la radicalización" como son "la inequidad, la exclusión social, la pobreza y el desempleo" y ha confirmado que el Ejecutivo comunitario reorientará las ayudas de programas europeas como Erasmus+ y los destinados a la juventud a la integración de los jóvenes.
"Quiero reorientar nuestros programas de financiación hacia proyectos que alientan la integración", ha avanzado el comisario, que confirmado que "la prioridad para la financiación" en 2016 en el marco del programa Erasmus+ "irá para los proyectos que alientan la inclusión social y atajan la radicalización" tras defender que este año quieren que los proyectos que reciben ayudas suba "sustancialmente" en 2016 y 2017, tras recordar que se han apoyado 60 en 2014 y más de 160 este año.
También ha avanzado que "en las próximas semanas" el Ejecutivo comunitario lanzará una convocatoria especial de 10 millones de euros "para proyectos antirradicalización sobre el terreno" y dirigidos a "la integración social de inmigrantes y refugiados".
La ministra de Educación francesa, Najat Vallaud-Belkacem, ha defendido la necesidad de que "la educación haga el máximo para prevenir la tentación de radicalización" de los jóvenes y aunque ha dejado claro que lo ocurrido el 13-N ha sido un ataque a "la capacidad de cohabitación, de coexistir pacíficamente" y "la fraternidad", ha defendido la capacidad de Europa para "esperar ofrecerles lo mejor a todos" los refugiados que llegan al Viejo Continente.
Aunque ha defendido el papel de la educación para contribuir a "evitar que tales dramas se reproduzcan" y que los jóvenes necesitan comprender los valores que defiende Europa para poder defenderlos después, Vallaud-Belkacem, ha avisado de que la educación no vale por sí sola.
"Todos estamos de acuerdo en que no le compete a las escuelas únicamente llevar el peso de esta responsabilidad, pero que la educación haga el máximo para prevenir la tentación de la radicalización", ha precisado en rueda de prensa, en la que ha recordado el compromiso de 26 ministros de la Educación de la UE en este sentido que sellaron en una declaración conjunta el 17 de marzo en París tras los atentados de enero contra el semanario satírico 'Charlie Hebdo' y un supermercado judío.
PRIORIDAD DE INVERTIR EN ESCUELAS CONTRA LA RADICALIZACIÓN
"El mensaje que sale (...) es muy claro. Invertir en nuestras escuelas, en nuestros alumnos, debe ser una prioridad absoluta de la política europea y de todas las políticas nacionales", ha resumido el ministro de Educación luxemburgués, Claude Meisch, que ha insistido en la necesidad de "entender lo que ha ocurrido en París" donde "jóvenes europeos han matado a jóvenes europeos", para fin de garantizar que la educación y las políticas de juventud contribuyen "a la prevención de estas acciones barbáricas", al margen de las medidas antiterroristas necesarias para evitar el riesgo de ataques "inminentes".
El ministro de Educación luxemburgués ha incidido en la necesidad de combatir la marginalización y la radicalización de los jóvenes combatiendo su abandono temprano escolar, promover su participación política y la educación de los inmigrantes en los valores europeos y promoviendo el concepto de ciudadanía europea. "Tenemos los medios para prevenir la marginalización y la radicalización de tantos jóvenes", ha asegurado, al tiempo que ha admitido que los sistemas educativos deben adaptarse a la situación de "multiculturalidad" en "muchos" países.
"Si tenemos en cuenta los sobrecogedores atentados en París, hay que pensar que son ataques dirigidos por jóvenes contra jóvenes sobre todo. El fundamento espiritual de estas ideas no las vamos a reprimir solo con una actuación policial, sino que tenemos que trabajar también en prevención. Con más presencia de la sociedad civil e integración y esto tiene que ocurrir en todos nuestros Estados miembro. Todos tenemos los mismos desafíos", ha agregado el secretario de Estado de Justicia alemán, Ralf Kleindiek, en el debate público de los Veintiocho centrado en la integración de los refugiados en la UE en el marco del Consejo de Educación de la UE.
LA DEMOCRACIA NO SE HEREDA
El responsable alemán ha advertido de que "la democracia no se hereda" y que "en cada una de las generaciones hay que trabajarla de nuevo" y ha puesto en valor como ejemplo de buenas prácticas el programa alemán llamado "Vida en Democracia" dotado con 50 millones de euros y especialmente dirigido a combatir "el salafismo", explicando a los jóvenes los valores y advertirles "contra la radicalización". "Es un proyecto muy importante", ha defendido, al tiempo que también ha considerado que el programa Erasmus+ ofrece "distintos elementos para que haya un enfoque europeo" para facilitar la integración de los extranjeros.
"¿Por qué unos jóvenes, que son europeos, han sido los protagonistas de unos eventos tan trágicos como los del pasado 13 de noviembre?. ¿Cómo es posible que esto haya sucedido? Tenemos que afrontar este problema, que es un problema más social que político", ha advertido el ministro de Educación griego, Nikos Filis, que ha avisado de que su país necesita más ayudas para integrar a los "miles y miles de jóvenes" que han llegado a las islas griegas y evitar que "caigan en ámbitos en los que es propicio que se unan a estos movimientos terroristas".
Y la ministra de Educación belga, Isabelle Simonis, ha pedido a largo plazo "un presupuesto suplementario" a nivel europeo para apoyar la integración de los refugiados e inmigrantes. Finlandia y Eslovenia han exigido "responsabilidad" al resto de países para una distribución más justa en los esfuerzos de acogida de los refugiados que hace cada país.
España, a través del consejero gallego de Juventud, José Manuel Rey, ha defendido que la inmigración "supone un proceso de adaptación y ajuste" que requiere "atención y acompañamiento" y por ello ha reclamado promover políticas específicas para a favor de la integración de los inmigrantes, promover el concepto de ciudadanía y evitar "cualquier tipo de estigmatización" tras admitir "tensiones" con las sociedades de acogida por "las diferencias culturales, lingüísticas y en ocasiones religiosas".