ESTAMBUL 28 Sep. (Reuters/EP) -
Las autoridades de Turquía ha arrestado en total a 32.000 personas en el marco de las investigaciones por el fallido golpe de Estado del 15 de julio, cuya responsabilidad el Gobierno atribuye al clérigo islamista Fethulá Gulen, según ha comunicado el ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag.
El ministro también ha anunciado este miércoles en una entrevista con la cadena de televisión turca NTV que alrededor de 70.000 personas más están siendo investigadas por su supuestos vínculos con Gulen, que lidera el movimiento Hizmet (Servicio). El clérigo islamista, que vive en un exilio voluntario en Estados Unidos desde hace años, ha negado cualquier implicación en la asonada militar.
Las autoridades turcas están construyendo un nuevo tribunal en la ciudad de Sincan, muy cerca de la capital del país, Ankara, debido al inmenso número de procesados y arrestados que se están produciendo como consecuencia de la purga que está llevando a cabo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
El 2 de septiembre, las autoridades turcas anunciaron que habían tenido que liberar a más de 30.000 presos para hacer sitio en las cárceles para los miles de detenidos a raíz del golpe.
Por otra parte, más de 100.000 personas --militares, funcionarios, profesores, policías y miembros de la judicatura-- han sido despedidas o relevadas por el Gobierno turco tras la asonada militar, acusadas de pertenecer al movimiento Hizmet.
Gulen, antiguo aliado de Erdogan, vive desde 1999 exiliado en Estados Unidos para evitar la persecución por parte de las autoridades turcas. El Gobierno de Erdogan ha solicitado al Gobierno estadounidense que extradite al clérigo islamista por su vinculación con el frustrado golpe de Estado.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación ante la envergadura de la purga, que no sólo han afectado a los seguidores de Gulen, sino que también ha sido contra miles de personas acusadas de pertenecer al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Muchos sectores alegan que Erdogan está utilizando el fallido golpe de Estado como un pretexto para acabar con cualquier disidencia.