MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
Unas 40.000 personas se han visto forzadas a huir de la provincia yemení de Marib, epicentro del conflicto en Yemen, desde septiembre, según datos revelados este martes por Naciones Unidas.
Esta cifra representa casi el 70 por ciento de todos los desplazamientos de esta provincia, ubicada en el sureste del país, desde principios de año. Así, Marib alberga la mitad de las 120.000 nuevas personas desplazadas en todo el país en 2021.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se ha declarado "seriamente preocupado" por la seguridad de los civiles en Marib, entre los que se estima que hay más de un millón de desplazados. "A medida que los frentes de combate se acercan a zonas densamente pobladas, sus vidas corren peligro y el acceso a la ayuda humanitaria es cada vez más difícil", ha alertado.
Los nuevos desplazamientos exacerban las necesidades humanitarias existentes, ha continuado ACNUR, que ha enumerado la necesidad de refugio, artículos domésticos esenciales, agua y saneamiento y educación y servicios de protección, especialmente para los niños y niñas.
Por su parte, las enfermedades como la diarrea aguda, la malaria y las infecciones de las vías respiratorias superiores son comunes entre los nuevos desplazados. "Hay una necesidad urgente de realizar revisiones para proporcionar asistencia sanitaria y prevenir la propagación de enfermedades contagiosas", ha indicado ACNUR.
Las familias del distrito de Sirwah se encuentran entre las más vulnerables. En las últimas semanas, muchas han huido de la intensificación de los enfrentamientos armados, lo que ha provocado el cierre de cinco centros de alojamiento gestionados por ACNUR. Algunas de estas familias se han visto desplazadas ya en cinco ocasiones desde el inicio del conflicto en 2015.
MIEDO Y PÁNICO
Mientras tanto, los ataques con misiles cerca de los lugares que acogen a las personas desplazadas están provocando miedo y pánico. El último incidente se registró el 17 de noviembre, cuando un proyectil de artillería estalló, sin causar víctimas, cerca de un emplazamiento próximo a la ciudad de Marib. Los equipos de ACNUR informan de que hay intensos combates en las montañas que rodean la ciudad y que el sonido de las explosiones y de los aviones se oyen día y noche.
En este sentido, ha advertido de que si el conflicto sigue escalando, aumentará la vulnerabilidad de los habitantes de Marib, especialmente de las personas desplazadas, por lo que ha pedido un alto el fuego "inmediato" en el país. "Sólo una resolución pacífica del conflicto puede evitar más sufrimiento", ha aseverado.
Asimismo, ha reiterado su llamamiento a las partes en conflicto para que protejan a los civiles y las infraestructuras, incluidas las instalaciones sanitarias y educativas, así como los asentamientos de personas desplazadas.
Marib es el epicentro del conflicto en el país después de que los huthis lanzaran una ofensiva contra ella en febrero. La provincia, con importantes reservas de petróleo, es además el único bastión en el norte del país del Ejecutivo reconocido internacionalmente.
La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por una coalición internacional liderada por Arabia Saudí, y a los huthis, respaldados por Irán.
Los rebeldes controlan la capital, Saná, y otras zonas del norte y el oeste del país. El conflicto ha sufrido un recrudecimiento en varios frentes durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial.