MADRID 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
Unos 60.000 personas que se vieron obligadas a desplazarse de sus hogares por el terremoto de 2010 en Haití --que causó la muerte de 200.000 personas-- siguen viviendo en campamentos, según ha denunciado este viernes la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (UNOCHA).
El organismo insiste en que seis años después del seísmo, y aunque el país caribeño ha logrado "avances importantes" en el proceso de reconstrucción apoyado por la comunidad internacional, todavía un elevado número de familias no ha podido ser reubicado.
"Se encuentran en una situación vulnerable y precisan asistencia humanitaria y soluciones duraderas", ha señalado el jefe de la UNOCHA en Haití, Enzo di Taranto, quien ha alertado también de "un deterioro de la situación humanitaria" y de "un resurgimiento de los casos de cólera".
Asimismo, el organismo ha informado a través de un comunicado de que la sequía provocada por los efectos de 'El Niño' "ha afectado al acceso a la comida de 3 millones de personas" en el país. Estos problemas se suman a las deportaciones de decenas de miles de personas llevadas a cabo por las autoridades de la República Dominicana en el último semestre.
En este contexto, la UNOCHA ha instado a la comunidad humanitaria internacional, a la sociedad civil y al sector privado a apoyar los esfuerzos por mejorar el acceso al agua potable, el saneamiento y los tratamientos médicos a las familias de desplazados, mientras se les reubica y se cierran los campamentos.
El seísmo dejó sin hogar a, al menos, 1,5 millones más. Se estima que hasta el momento el 96 por ciento de los damnificados ha sido reubicado en viviendas.