MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
Unas 700 familias se refugian en edificios sin terminar de la ciudad de Zajo en el norte de Irak en unas condiciones "terribles", según ha denunciado este lunes Médicos Sin Fronteras (MSF), como parte de los tres millones de desplazados internos que ha dejado este año de conflicto.
"Esqueletos de edificios de apartamentos se han convertido en la morada de unas 700 familias --cada una tiene al menos seis miembros--" con condiciones de vida "terribles", ha dicho la ONG a través de un comunicado.
Es el caso de la familia de Hadji Charmeed. "Soy incapaz de caminar debido a una lesión anterior en la guerra", cuenta mientras observa su pie amputado parcialmente. "Pero mi familia no quería dejarme atrás y decidimos que íbamos a estar todos juntos", explica.
Grupos armados irrumpieron en el distrito de Sinjar, en la provincia de Nínive, matando y provocando el desplazamiento de miles de personas. Algunos lograron huir a las montañas pero otros, como Hadji, fueron capturados.
"Tras pasar meses encerrados, Hadji y parte de su familia consiguieron salir y encontrar un lugar más seguro en el norte del Kurdistán iraquí. Tuvieron que dejarlo todo atrás y huir con las manos vacías. Ahora tienen su hogar cerca de Zajo, donde ocupan una casa sin terminar", señala MSF.
Farhan Jala vive en otro de los pisos a medio terminar de Zajo. "Espero que mi familia encuentre un lugar seguro para vivir. Si pudiéramos, daríamos todo lo que hemos tenido que dejar atrás poder reunirnos de nuevo, juntos, como una familia", asegura.
El conflicto armado ha provocado un desplazamiento masivo de la población iraquí. Según cifras oficiales, solo desde enero de 2014 más de tres millones de personas han tenido que abandonar sus hogares a causa de la violencia.
"Un año después de su huida en masa, las familias desplazadas se enfrentan a la misma situación que el día en que llegaron y a la incertidumbre de no saber qué les deparará el futuro", ha lamentado la organización humanitaria.
"No pueden regresar a sus hogares y algunas reciben amenazas por parte de los dueños que quieren recuperar sus propiedades" sin que puedan dirigirse a otro lado porque "los campos de desplazados (internos) están repletos y los fondos están disminuyendo".
CONDICIONES "TERRIBLES"
MSF ha detallado que "se trata de construcciones de hormigón donde la mayoría de los pisos carecen de ventanas y puertas" de modo que "no protegen del frío en invierno ni del calor en un verano como el actual en el que las temperaturas superan los 50 grados centígrados". "A esto se une la dificultad para acceder a agua y electricidad", ha añadido.
La suma de estos factores "tiene un impacto decisivo en el deterioro de las condiciones de vida y de la salud de sus habitantes". Por ello, MSF instaló hace un año clínicas móviles cerca de Zajo donde en el primer semestre atendió a 15.788 desplazados internos. "El 10 por ciento de los casos son psicosomáticos --un número muy alto-- y el 40 por ciento enfermedades crónicas", ha explicado Jalal Alyas, enfermera de MSF.
El resto de los pacientes presenta "infecciones virales y respiratorias, enfermedades cutáneas y diarrea", patologías que "están estrechamente relacionadas con las condiciones de vida". "Muchos de los habitantes del asentamiento también presentan abscesos y heridas infectadas a causa de la falta de higiene", ha indicado MSF.
Caroline Voute, coordinadora de proyectos de MSF, ha subrayado que la mayoría de las familias que viven en estos edificios en obras requieren asistencia humanitaria y ha recalcado que las que están fuera de los asentamientos "siguen desatendidas".