MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
La libertad de prensa ha caído a nivel mundial y está en su nivel más bajo de los últimos doce años, según un informe del 'think tank' Freedom House que advierte de que sólo el 14 por ciento de la población disfruta de un escenario en el que se garantiza la cobertura política y la seguridad de los periodistas, el Gobierno apenas interfiere en los medios y la prensa no sufre flagrantes presiones legales o económicas.
Freedom House estima que cuatro de cada diez habitantes del planeta tienen un sistema informativo "parcialmente libre", mientras que un 46 por ciento vive en zonas donde directamente no existe un mínimo respeto por la libertad de prensa.
Por países y territorios, Bielorrusia, Crimea, Cuba, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Irán, Corea del Norte, Siria, Turkmenistán y Uzbekistán encabezan la lista de las zonas con menos respeto por este derecho básico, según el informe divulgado esta semana.
Los datos de 2015, no obstante, sitúan en Bangladesh como el país donde más ha empeorado la situación, ya que registra un descenso de siete puntos en comparación con los datos del año precedente. A Bangladesh le siguen los empeoramientos en Turquía (seis), Burundi (seis), Francia (cinco), Serbia (cinco), Yemen (cinco), Egipto (cuatro), Macedonia (cuatro) y Zimbabue (cuatro).
La directora de investigación de 'Freedom of the Press', Jennifer Dunham, ha lamentado que en Turquía y países de Oriente Próximo "los gobiernos y los grupos milicianos han presionado a los periodistas y a los medios para que tomen partido". La consigna es clara: "O estas con nosotros o contra nosotros".
Sin embargo, Dunham también ha alertado de que la libertad de prensa no sólo se resiente en "sociedades represivas", sino en zonas de Europa en las que se han dado amenazas terroristas o se han aprobado leyes en materia de vigilancia y seguridad que han terminado por perjudicar la labor de la prensa.
RESISTENCIA
El informe destaca que, frente a las amenazas y la represión, ha surgido una nueva corriente de periodistas y blogueros que intentan sortear todo tipo de obstáculos, a menudo poniendo en riesgo sus propias vidas.
Freedom House cita como ejemplos los casos de un colectivo de Raqqa (Siria) que informe clandestinamente de lo que ocurre sobre el terreno y de los periodistas de investigación en países como México, Brasil o Colombia.
Dunham ha apuntado que, en el caso de México, "los periodistas que cubren casos de crimen organizado y corrupción se enfentan a niveles extremos de violencia". El Gobierno, ha añadido, "ha sido completamente incapaz, o no ha querido, resolver el problema".
En Cuba, Venezuela y Ecuador, la principal fuente de presión son las propias autoridades, según el informe, que critica de forma específica las sanciones impuestas por el organismo ecuatoriano regulador de los medios.