MADRID 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
Unos 9.500 niños menores de cinco años mueren cada año en Afganistán como resultado de enfermedades diarreicas, lo que implica que unos 26 menores pierden la vida de media al día por causas que en otras partes del mundo serían fácilmente tratables, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Los 9.500 fallecimientos estimados por esta agencia equivalen al 12 por ciento de las 80.000 muertes de niños de corta edad que se registran cada año en Afganistán. El dato, aun así, ha mejorado, al bajar por primera vez de la tasa de las 10.000 muertes.
La representante de UNICEF en Afganistán, Adele Khodr, ha afirmado que "las muertes por diarrea son especialmente trágicas porque, en la mayoría de los casos, se pueden evitar fácilmente". "Usar un baño y lavar las manos es, literalmente, una cuestión de vida o muerte", ha subrayado, en un comunicado con el que ha recordado las malas condiciones de saneamiento e higiene.
Khodr ha llamado a aumentar el acceso a "agua segura" y a mejorar las instalaciones de saneamiento en todo Afganistán, en la medida en que son asuntos "clave" si se quieren mejorar las condiciones de vida de la población. También ha pedido iniciativas para revisar las prácticas de higiene, "la forma más simple y más eficaz de salvar vidas".
Las enfermedades diarreicas no hacen sino empeorar las condiciones médicas de los niños en un país donde 1,2 millones de menores presentan un estado grave de malnutrición y un 41 por ciento de los niños sufren retrasos en el crecimiento. También preocupan los efectos que tiene la inseguridad para el reparto de ayuda humanitaria.
MEJORA DE COMUNIDADES
El distrito de Nili, en la provincia de Daykundi, fue declarado oficialmente el 1 de noviembre la primera zona del país "libre de defecación al aire libre". Con este tipo de iniciativas, las autoridades instan a la propia población a tomar medidas para mejorar la higiene y construir letrinas.
UNICEF ha apoyado este año a más de medio millar de comunidades que también aspiran a ser declaradas zonas libres de defecación. Los investigadores estiman que en las zonas donde se prioriza el uso de baños, los casos de retraso en el crecimiento se han reducido en un 23 por ciento.