MADRID 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, ha advertido este martes a las fuerzas turcas de que "pagarían un alto precio" si entran en territorio iraquí, si bien ha recalcado que Bagdad "no quiere una confrontación" con Ankara.
"No queremos luchar con Turquía. Dios no lo quiera, pero si hay guerra con ellos, los turcos pagarían un alto precio", ha manifestado, en medio de las disputas diplomáticas por la presencia de tropas turcas en una base militar cercana a Mosul.
"Sufrirían daños. Sí, nosotros también los sufriríamos, ya que cuando un país combate contra un país vecino no hay ganador. Los dos terminan perdiendo", ha dicho, según ha informado la cadena de televisión kurda Rudaw.
Así, ha indicado que Turquía "no es un país capaz de luchar fuera de sus fronteras", recalcando que en caso de que sus tropas entren en Irak para llevar a cabo operaciones "terminará fragmentado".
Sin embargo, Al Abadi ha sostenido que las relaciones entre ambos países son de calma, agregando que Bagdad "ha hecho los preparativos por adelantado". "Esperemos que no se llegue a ese punto", ha recalcado.
En este sentido, ha insistido en que, si bien Irak "no teme a Turquía", en estos momentos el país "quiere una reducción de los problemas, no un aumento".
Al Abadi ha señalado además que la situación en Irak no justifica una intervención militar turca, reiterando que Bagdad no quiere la participación de las tropas del país vecino en las operaciones en Mosul.
"Turquía argumenta que hay muchos países presentes en Irak. Es cierto. Han venido tras nuestro llamamiento y no luchan sobre el terreno. Enviaron personal militar y asesores para entrenar a nuestras fuerzas", ha explicado.
Por último, ha apuntado que la coalición respalda a las tropas iraquíes, añadiendo que, pese a ello, las Fuerzas Aéreas del país árabe "llevan a cabo la mayoría de los bombardeos".
DESPLIEGUE EN LA FRONTERA
Las palabras de Al Abadi han llegado horas después de que el ministro de Defensa de Turquía, Fikri Isik, anunciara el despliegue de fuerzas militares con carros de combate en la frontera del país con el norte de Irak.
Isik aseguró que su país no tiene "obligación" de esperar dentro de sus fronteras y que hará lo que sea necesario para que los milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) no se asienten en la región iraquí de Sinyar.
Fuentes militares han contado que las Fuerzas Armadas turcas han comenzado a desplegar carros de combate y vehículos blindados en la zona de Silopi, en la provincia turca de Sirnak, en el sureste del país.
El despliegue de fuerzas militares llega después de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, asegurara el sábado que tenía previsto reforzar el despliegue y advirtiera de que daría una "respuesta distinta" a las milicias chiíes si causan "terror" en la localidad iraquí de Tal Afar.
Situada a unos 170 kilómetros de Silopi, la localidad de Tal Afar acoge una importante comunidad étnica turcomana con vínculos culturales e históricos con Turquía.
La provincia de Sirnak, donde se encuentra Silopi, es también una de las principales zonas de conflicto entre el Ejército y los milicianos del PKK, que tienen bases en el norte de Irak.