MOSUL, 27 Jun. (Reuters/EP) -
El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, ha declarado que la victoria sobre Mosul llegará "muy pronto", después de que las fuerzas iraquíes hayan empujado a los combatientes del grupo terrorista Estado Islámico hacia la orilla colindante a la Ciudad Vieja de Mosul, su objetivo principal en la ofensiva de ocho meses para recuperar la ciudad.
El Ejército de Irak está luchando, a pesar de la presencia de civiles, contra 350 militantes atrincherados en la Ciudad Vieja y, según ha asegurado la Policía Federal, ha expulsado a los insurgentes de la mezquita Ziwani y está a solo unos días de expulsar completamente a los militantes de la Ciudad Vieja.
"La victoria será anunciada muy pronto, ha asegurado Al Abadi. Por otra parte, un responsable del Servicio Antiterrorista (CTS), Abdul Wahab al Saadi, ha informado a Reuters de que "la operación continúa liberando las partes restantes de la Ciudad Vieja".
Las fuerzas iraquíes se encuentran a unos 600 metros de la calle Cornishe, junto a la orilla occidental del Tigris, según ha informado el comandante de la Policía Federal, Raed Shaker Jawdat, a la televisión estatal iraquí. "Dentro de unos días nuestras fuerzas llegarán a la calle Cornishe y concluirá la batalla", ha dicho Jawdat, añadiendo que la Policía Federal había obligado a los terroristas a salir de la mezquita de Ziwani, en la esquina suroeste de la Ciudad Vieja.
La pérdida de Mosul podría suponer el final de la parte iraquí del califato autoproclamado por Estado Islámico, aunque el grupo terrorista mantiene el control sobre grandes áreas de Irak y Siria. En Raqqa está casi rodeado por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza de milicias árabes y kurdas apoyada por la coalición internacional que lidera Estados Unidos.
La Policía Federal y las unidades del Servicio Antiterrorista (CTS), un cuerpo de élite entrenado por Estados Unidos, están atacando en Mosul a los combatientes de Estado Islámico en el laberinto de callejones de la Ciudad Vieja, junto con el Ejército y la División de Respuesta de Emergencia (ERD) del Ministerio del Interior.
Se estima que más de 350 combatientes de Estado Islámico han estado haciendo uso de trampas, ataques suicidas y francotiradores para frenar el avance de las fuerzas iraquíes desde el oeste, el norte y el sur. Los civiles que han conseguido escapar aseguran que hay muchas personas --50.000 según el Ejército iraquí-- atrapadas detrás de las líneas de Estado Islámico y con poca comida, agua o medicinas.
ESCUDOS HUMANOS
A pesar de que el Gobierno iraquí tenía previsto recuperar Mosul en 2016, la lucha se ha prolongado a medida que el grupo terrorista ha reforzado sus posiciones en zonas pobladas, utilizando en muchas ocasiones a los civiles como escudos humanos.
Cientos de civiles que han tratado de huir de la Ciudad Vieja en el último mes han sido asesinados. Aquellos que han conseguido escapar aprovechando la ofensiva de la fuerzas iraquíes sobre la zona se han agrupado en un lado de la carretera al oeste de Mósul.
La semana pasada el grupo terrorista destruyó la mezquita Al Nuri, desde donde su líder, Abú Bakr al Baghdadi, proclamó su califato en 2014. Al Abadi ha calificado este acto como un "reconocimiento de la derrota" de Estado Islámico, que no obstante sigue teniendo el control sobre la mezquita.
"Sólo queda un puñado de vecinos que deben ser despejados", ha dicho al Saadi sobre una azotea con vistas a la calle al Faruq, que ahora marca la línea de frente, a unas docenas de metros de las ruinas de Al Nuri.
Cerca de 850.000 personas, más de un tercio de la población antes de la guerra, han huido de Mósul buscando refugio con familiares o en campamentos, según han informado diversas organizaciones de ayuda humanitaria.