MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los niños que sufren o asisten a la epidemia de ébola en el este de República Democrática del Congo han reconocido sentimientos de abandono, miedo y estigma, según un sondeo elaborado por la ONG World Vision, que ha llamado a redoblar el apoyo psicosocial a la población afectada.
La organización humanitaria ha entrevistado a 139 niños y 129 adultos en seis zonas de la región de Kivu Norte, epicentro de una epidemia que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha causado ya más de 2.200 muertos en el último año y medio.
"¿Nuestra esperanza para el futuro? Una vida sin ébola y en paz", cuenta una niña entrevistada en Kalunguta, al mirar hacia un horizonte en el que espera dejar atrás a la actual inestabilidad, tanto médica como de seguridad. La zona este de la RDC ha sufrido en los últimos meses un repunte de la violencia que ha complicado las tareas de asistencia.
Sin embargo, las principales conclusiones del informe 'Miedo y Soledad' giran en torno a la percepción que estos menores tienen de su vida y de la de su comunidad por la epidemia. El 61 por ciento de los niños cree que quienes han quedado huérfanos tras la llegada del virus a su familia se sienten abandonados, mientras que más de la mitad de los adultos conocían casos de abandono.
Siete de cada diez menores consideran que los niños supervivientes de la enfermedad se sienten marginados por los amigos y uno de cada tres cree que esta marginación se extiende también a la familia. No en vano, el estigma es una de las principales lacras de una enfermedad que sigue marcando incluso después de recibir el alta médica.
Una niña de Beni ha explicado que recibiría a un antiguo enfermo "si personas de la comunidad testifican que han visto los resultados de las pruebas en que se asegura que está recuperada" o "si trabajadores médicos llegan y presentan a la persona" en sociedad.
Otro menor de la misma ciudad reconoce que hay "muchas personas con miedo de acercarse a los niños que se han recuperado del ébola y a hogares afectados". Desde el inicio del brote, "no tenemos acceso a varios juegos porque los padres nos han prohibido jugar por miedo a infectarnos", explica.
La directora de World Vision en el país africano, Anne-Marie Connor, ha subrayado que el estudio evidencia "claramente" que los niños "tienen miedo, sufren y están preocupados por cómo sobrevivir después de la muerte de sus padres".
"Estoy profundamente preocupada por lo que está sucediendo en el este de la RDC porque los niños están sufriendo múltiples desafíos como el sarampión y las represalias de grupos armados, que ya se han cobrado muchas más vidas que el ébola. Los niños nos dicen que necesitan ayuda", ha añadido.
Connor ha llamado a "invertir a largo plazo para abordar los problemas sistémicos que han dejado a 12,8 millones de personas necesitadas de asistencia humanitaria". Sin embargo, el aumento de fondos no es la única recomendación de la ONG, que reclmaa más apoyo psicosocial y ayuda específica para los supervivientes.