JERUSALÉN, 14 Jul. (Reuters/EP) -
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha llamado por teléfono al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para expresarle personalmente su condena por el ataque perpetrado este viernes por tres árabe-israelíes contra la Policía hebrea en la Explanada de las Mezquitas, según ha informado la agencia de noticias palestina Wafa.
"El presidente ha expresado su enérgica repulsa y condena por el incidente que ha tenido lugar en la Mezquita de Al Aqsa, así como su rechazo a cualquier incidente violento por parte de cualquiera, especialmente en sitios de culto", ha dicho Wafa.
Abbas ha aprovechado la conversación telefónica para pedir a Netanyahu que reabra el complejo religioso para que los musulmanes puedan cumplir con el tradicional rezo de los viernes. El primer ministro le ha garantizado que el 'status quo', que da a los fieles islámicos derechos exclusivos de rezo, se mantendrá.
El suceso ha tenido lugar alrededor de las 7.00 (hora local), cuando tres árabe-israelíes han atacado armados con fusiles y una pistola a los policías que custodiaban la Puerta de los Leones, cerca de la Explanada de las Mezquitas, en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Dos agentes han muerto y otras dos personas han resultado heridas, incluido un tercer uniformado, mientras que los tres atacantes han fallecido tras ser abatidos a tiros por la Policía.
El Gobierno israelí ha calificado de "terroristas" a los tres atacantes y, como medida preventiva, ha ordenado el cierre temporal de la Explanada de las Mezquitas, lo que ha desatado la ira del Gran Mufti de Jerusalén, Muhamad Husein, que ha instado a los musulmanes a acudir al lugar para rezar frente al cordón policial.
Este lugar es sagrado para ambas comunidades, que lo conocen como Explanada de las Mezquitas, en el caso de los musulmanes, y como Monte del Templo, en el caso de los judíos. Los cambios en las condiciones de acceso que el Gobierno de Netanyahu ordenó en 2015 desataron una ola de violencia que ha dejado más de 260 palestinos --la mayoría atacantes-- y cerca de 40 israelíes muertos.