MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Autoridad Palestina ha reclamado a Naciones Unidas consultas "urgentes" para la convocatoria de una conferencia internacional de paz para volver a impulsar las conversaciones entre israelíes y palestinos, después de que varios países hayan alcanzado acuerdos con el Gobierno israelí para normalizar sus relaciones.
Abbas, que defendió el 25 de septiembre en su comparecencia ante la Asamblea General de la ONU la necesidad de convocar esta conferencia internacionales a principios de 2021 "para un auténtico proceso de paz", ha rechazado el papel mediador de Estados Unidos debido a lo que considera un sesgo a favor de Israel.
El mandatario palestino ha sostenido en una carta enviada al secretario general de la ONU, António Guterres, que "la mayoría de las superpotencias pidieron apoyar la propuesta" y "reclamaron el inicio de los preparativos para una conferencia internacional de paz a principios del año que viene".
Así, ha recalcado que la misma debe estar "fundamentada en el Derecho Internacional y las resoluciones de la ONU" con el objetivo de "unas negociaciones a partir de los términos internacionales de referencia", según ha informado la agencia palestina de noticias WAFA.
Abbas ha hecho hincapié en la necesidad de lanzar este proceso de paz para "allanar el camino a un proceso de paz serio" que derive en una solución fundamentada en los dos estados, lo que, a su juicio, contribuirá a mantener la seguridad en la paz en el mundo.
En este sentido, ha argüido que la conferencia "debe llevar al fin de la ocupación israelí y ayudar al pueblo palestino a lograr su libertad e independencia en el Estado de Palestina, con Jerusalén Este como capital, en las fronteras de 1967, y resolver todos los asuntos de estatus final, particularmente el de los refugiados, en línea con la resolución 194 de la Asamblea General de la ONU".
El presidente de la Autoridad Palestina ha reiterado así que "no es suficiente hablar de un apoyo a la solución de dos estados", sino impulsar una postura desde el multilateralismo para sacar adelante la conferencia y relanzar las conversaciones directas entre ambas partes.
Durante las últimas seis semanas, los gobiernos de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin y Sudán han anunciado acuerdos para normalizar sus relaciones con Israel en procesos mediados por Estados Unidos, lo que ha desatado fuertes críticas por parte de las autoridades palestinas.
CONVERSACIONES DIRECTAS
En este sentido, el Gobierno palestino ha señalado que la única solución al conflicto pasa por unas conversaciones de paz entre israelíes y palestinos, al tiempo que ha incidido en que los estos acuerdos suponen un golpe al consenso árabe sobre la materia.
Sin embargo, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó tras la firma de los acuerdos entre EAU, Bahréin e Israel el 15 de septiembre en la Casa Blanca que hay conversaciones "muy avanzadas" con cinco países de Oriente Próximo, entre ellos Arabia Saudí, de cara a la firma de pactos similares con Israel.
Asimismo, Estados Unidos e Israel firmaron el miércoles un acuerdo que expande su cooperación a nivel científico a los asentamientos en Cisjordania, una decisión criticada rápidamente desde la Autoridad Palestina y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que habló de un "acto flagrantemente ilegal".
El pacto enmienda tres acuerdos de la década de los setenta y elimina las restricciones geográficas relativas a las fronteras de 1967. Dichos acuerdos resaltaban que los proyectos de cooperación "no deben llevarse a cabo en zonas geográficas que recayeron bajo administración de Israel tras el 5 de junio de 1967 y no deben relacionarse con asuntos pertinentes principalmente a estas zonas".
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, habló de una "victoria muy importante" y ensalzó que, de esta forma, "se abre Judea y Samaria --nombre bíblico de Cisjordania-- a las interacciones académicas, comerciales y científicas con Estados Unidos", en lo que se considera como un primer paso de cara al reconocimiento de una posible anexión.
La Administración de Trump ha dado importantes espaldarazos a Netanyahu, incluido el reconocimiento en 2017 de Jerusalén como capital de Israel, y ha presentado una propuesta conocida como 'acuerdo del siglo' como base de las negociaciones, rechazada por las autoridades palestinas al considerar que beneficia a Israel y viola las resoluciones internacionales y la solución de los dos estados.