PARÍS 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
Salah Abdeslam, el único sospechoso de los atentados del 13 de noviembre en París que sigue con vida, será recluido en una celda de aislamiento en una prisión de la región de Isla de Francia, en los alrededores de París, tras haber sido extraditado este miércoles desde Bélgica.
Así lo ha anunciado el ministro de Justicia, Jean-Jacques Urvoas, a la salida del consejo de ministros. "Estará a cargo de un equipo de vigilancia dedicado, compuesto de vigilantes aguerridos, formados en la detención de personas consideradas peligrosas", ha explicado. "Ya se han tomado una serie de medidas para que su entorno sea seguro", ha precisado.
Según informa la cadena de televisión BFMTV, Abdeslam será recluido en la prisión de Fleury-Mérogis, en el departamento de Essonne, uno de los centros penitenciarios más grandes de Europa.
Abdeslam ha sido trasladado en helicóptero desde Bélgica, donde fue detenido en Bruselas el pasado 18 de marzo. Según ha informado la Fiscalía de París en un comunicado, "será presentado durante la jornada ante los jueces instructores para su imputación" por asesinatos terroristas y participación en actividades de un grupo terrorista por los atentados del 13 de noviembre en la capital francesa.
A continuación, Abdeslam será llevado ante un juez con vistas a su encarcelamiento, según la Fiscalía, que ya ha adelantado que solicitará su puesta bajo detención provisional. De acuerdo con un periodista de la emisora Europe 1, el sospechoso se encontraría ya en el Palacio de la Justicia de París.
ABOGADO
La defensa en Francia del presunto terrorista correrá a cargo del abogado Frank Berton, quien visitó a su cliente durante dos horas el pasado viernes en la cárcel de Brujas en la que estaba recluido.
"Me encontré con un joven abatido, que ha mostrado una verdadera voluntad de explicarse tanto sobre su camino hacia la radicalización y sobre los hechos propiamente dichos: el 13 de noviembre, así como los días que precedieron y siguieron", ha declarado Berton a 'Le Monde'.
El abogado ha asegurado que "no le habría defendido" si le hubiera encontrado con un espíritu reivindicativo, "pero está de acuerdo en abordar el fondo y podemos escribir una página interesante de la justicia, principalmente para las víctimas". "Por tanto, he aceptado ser su abogado", ha justificado.
Abdeslam formaba parte del comando que llevó a cabo los atentados en París el 13 de noviembre en los que murieron 130 personas pero, al contrario que su hermano, Ibrahim, que fue uno de los suicidas, no se inmoló como estaba previsto. Horas después de la matanza, consiguió huir hacia Bélgica, su país natal, y permaneció escondido hasta el 18 de marzo, cuando fue detenido.