Abe ve el envejecimiento de la población japonesa como un "incentivo" para innovar

Shinzo Abe
ISSEI KATO / REUTERS
Actualizado: miércoles, 21 septiembre 2016 19:08

NUEVA YORK 21 Sep. (Reuters/EP) -

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha manifestado que el envejecimiento y la disminución de la población japonesa no supone un problema para la nación sino un incentivo para impulsar la productividad en el país a través de la innovación.

Según fuentes oficiales, en Japón hay 34,6 millones de personas mayores de 65 años, lo que supone un 27,3 por ciento de la población. "No albergo ni una sola preocupación en relación con la demografía de Japón", ha señalado Abe, que ha destacado la robótica, la tecnología y la inteligencia artificial como importantes campos para la innovación japonesa.

El mandatario ha indicado que el Producto Interior Bruto del país ha aumentado a pesar de haber perdido unos 3 millones de personas en edad de trabajar en los últimos tres años. "Puede que Japón esté envejeciendo y puede que Japón esté perdiendo su población. Pero esos son incentivos para nosotros", ha afirmado.

"¿Por qué? Porque seguiremos motivados y con ansias de hacer crecer nuestra productividad. La demografía de Japón es un bonus", ha aseverado Abe, que fue reelegido en 2012 tras asegurar que podría sacar al país de la recesión económica. El Gobierno japonés se ha propuesto aumentar la tasa de natalidad.

RECESIÓN Y TPP

El Gobierno de Japón, que sufre su quinta recesión en siete años, ha señalado que buscará la aprobación del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) por parte del Parlamento y ha instado a Estados Unidos a hacer lo mismo.

"Por favor, ratificad el TPP. Simplemente estamos esperando para desempeñar nuestra función. 'Únete, América', ese debería ser el mensaje", ha afirmado Abe. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha intentado convencer a los líderes republicanos para aprobar el tratado de libre comercio.

No obstante, los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton y Donald Trump, se han opuesto al acuerdo, que no cuenta con el apoyo de los sindicatos y los grupos de defensa del medio ambiente.