Madre e hija en Kenia
ZIPPORAH KAGEHA KARANI/WORLD VISION
 
Actualizado: sábado, 6 febrero 2016 8:50

Son las propias niñas las que, en un acto heroico, buscan ayuda para evitar ser mutiladas

   MADRID, 6 Feb. (por Ana Eloisa Molina, Coordinadora de Comunicación de World Vision) -

   Este sábado se celebra el Día Internacional contra la Mutilación Genital Femenina y desde World Vision tenemos en marcha nuestra campaña StopAblación con la que queremos dar a conocer un poco más sobre esta lacra que vulnera los derechos fundamentales de 3 millones de niñas cada año. Lamentablemente, hoy es un día en el que todo el mundo hablará de esto y mañana, mañana ya casi nadie se acordará de ellas.

   Como los números grandes a veces se quedan un poco "vacíos" tengo que insistiros que son 6 niñas las mutiladas cada minuto. Y, a mí, me parece mentira que un año más estemos dando estas cifras, pero así es la realidad.

   Tenemos que seguir trabajando y mejorando en determinadas comunidades porque queda mucho por hacer. Aun así debo ser positiva y pensar que cada niña rescatada, informada o sensibilizada hace que merezca la pena cada minuto de nuestro tiempo.

LA HISTORIA DE ESTHER

   Por ello, hoy os quiero contar una historia particular, la de Esther, una niña de Kenia, gracias a la cual podemos entender un poco más la situación de las 3 millones de niñas que sufren esta práctica en el mundo cada año.

   Esther empezó a ir a la escuela a los 8 años emocionada e ilusionada ante una nueva etapa y un futuro lleno de oportunidades. Sin embargo, cuando acabó 6º curso, sus padres la llevaron a ver a una comadrona para que le practicara la ablación. Por suerte, Esther encontró las fuerzas necesarias y a hurtadillas, se fue a casa de su abuela buscando protección y comprensión. No fue así.

   "Al día siguiente vino un hombre y trajo las vacas para entregar a mi familia a cambio de que yo me fuera con él. Antes debía pasar por la ablación. Esa noche me fui de casa y dormí en las ramas de un árbol hasta el amanecer", recuerda Esther.

   Gracias a que el personal de World Vision la rescató, logró terminar la escuela primaria y empezó la secundaria. Ahora ella solo piensa en seguir estudiando para cumplir sus objetivos: "mi sueño es ser ministra de Educación, para luchar por el derecho a la educación de las niñas y contra la ablación genital femenina".

LOS CENTROS DE RESCATE EN LA LUCHA CONTRA LA ABLACIÓN

   Una parte fundamental en el trabajo de World Vision contra la mutilación genital femenina es la creación de los Centros de Rescate. Estos espacios son fundamentales para las niñas, pues las mantienen económicamente para que puedan seguir estudiando y les proporcionan un hogar en el que vivir con la seguridad de no ser mutiladas.

   La historia de Esther se repite a diario en, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 28 países, la mayoría de ellos africanos.

   Las niñas que acuden a los Centros de Rescate huyen con el fin de evitar la ablación, los matrimonios tempranos u otras prácticas que vulneran sus derechos. Pero no debemos olvidar que estamos "pidiendo" que sean las niñas quienes se enfrenten a sus familias, sus amigos, su comunidad y decidan no ser mutiladas. Un acto heroico en pleno siglo XXI al que debemos ayudar.

LA INFORMACIÓN Y LA SENSIBILIZACIÓN COMO BASE DE NUESTRO TRABAJO

   Todavía hay muchas comunidades que no han recibido información sobre las consecuencias de estas prácticas, miles de madres que no saben a qué se arriesgan sus hijas y miles de niñas en grave riesgo de sufrirlas.

   Pero me gustaría terminar este artículo con la misma esperanza con la que lo empezaba. Muchas niñas nos necesitan, no podemos mirar hacia otro lado y con tu ayuda podemos cambiar su destino.

   Contra la ablación te pedimos que actúes, porque la indiferencia mutila. Entra en stopablacion.org y ayúdanos a seguir cambiando al vida de estas niñas.

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