BRUSELAS, 11 May. (EUROPA PRESS) -
Asociaciones de abogados han remitido este miércoles una carta al primer ministro belga, Charles Michel, y a todos los ministros del Gobierno, en la que aseguran que la situación en las cárceles por la huelga de funcionarios penitenciarios francófonos es "intolerable" y reclaman medidas de urgencia al respecto.
En la misiva, el presidente del Colegio francófono de abogados de Bruselas, Stéphane Boonen, y el presidente de la asociación Advocats.be, Patrick Henry, aseguran haberse reunido funcionarios, policías y militares, así como con algunos detenidos, y denuncian que la situación es "apocalíptica" e "intolerable" desde el punto de vista de la defensa y la organización judicial.
En concreto, los abogados denuncian, entre otras cuestiones, que sólo se sirve una comida al día, que las condiciones sanitarias son "abominables" (por ejemplo, en la mayoría de las celdas no funcionan los baños), que solo se les permite hacer llamadas telefónicas, en el mejor de los casos, una vez cada dos días, y que han sido suspendidas todas las visitas desde el comienzo de la huelga, hace quince días.
"Bélgica está incumpliendo sus compromisos internacionales. Tanto en términos jurídicos como humanos o morales, la situación es totalmente inadmisible", sentencian en la carta que ha publicado el diario 'Le Soir', también dirigida a ministros como Jan Jambon, de Seguridad e Interior, y Didier Reynders, de Asuntos Exteriores.
Ante esta situación, los firmantes subrayan que es "urgente" que el Gobierno belga "tome las medidas necesarias" que permitan "restaurar la dignidad" en las prisiones. Además, señalan que las reivindicaciones del personal penitenciario "son legítimas", pero remarcan que "debe organizarse un régimen mínimo en caso de huelga".
"Esperamos que se escuche esta llamada a la urgencia. En ello va la credibilidad de nuestro país, destaca la carta.
El Gobierno federal aprobó precisamente este lunes el despliegue de militares en las cárceles de Bruselas capital y de la región de Valonia en respuesta a la huelga de funcionarios de prisiones francófonos, con el objetivo de que ofrezcan "apoyo humanitario adicional", según explicó en un comunicado el gabinete del primer ministro belga.