WASHINGTON, 11 Nov. (Reuters/EP) -
Los abogados del exasesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos Michael Flynn han negado este viernes que su cliente participara en un plan para entregar a Turquía al clérigo exiliado Fetulá Gulen, señalado como 'cerebro' de la intentona golpista de julio de 2016, a cambio de 15 millones de dólares (12,8 millones de euros).
Según este plan, recogido por el diario 'Wall Street Jounal', Flynn estaba dispuesto a facilitar la expulsión de Gulen a cambio de que él y su hijo recibieran hasta 15 millones de dólares. Ankara ha pedido en reiteradas ocasiones la entrega de quien considera un dirigente terrorista, pero Washington de momento ha esquivado dichas solicitudes.
Robert Kelner, Stephen Anthony y Brian Smith han señalado que, por respeto a las diversas investigaciones sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016 y el posible complot con la campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han evitado responder a "todos los rumores o acusaciones planteados en los medios".
"El ciclo de noticias de hoy ha traído alegaciones sobre el general Flynn, que van desde el secuestro hasta el soborno, que son tan escandalosas y perjudiciales que estamos haciendo una excepción a nuestra norma habitual: son falsas", han aseverado los abogados del exasesor en un comunicado.
Los hechos en cuestión se remontan a diciembre, cuando el exconsejero se habría reunido con representantes del Gobierno turco en Nueva York. Los agentes del FBI han preguntado al menos a cuatro personas sobre esta posible reunión, de la que también ha informado este viernes la cadena NBC.
Durante el encuentro, los asistentes también habrían analizado la posible excarcelación del ciudadano turco-iraní Reza Zarrab, acusado en Estados Unidos de ayudar a Irán a esquivar las sanciones internacionales.
Flynn dimitió en febrero tras conocerse que había hablado de la posible imposición de un paquete de sanciones contra Moscú con el embajador de Rusia en Estados Unidos antes de que Trump llegara a la Casa Blanca.
Las autoridades rusas han negado en repetidas ocasiones las acusaciones sobre cualquier tipo de interferencia por parte de Moscú tanto en los comicios como en la campaña electoral del ahora dirigente estadounidense.