WASHINGTON, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
El enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, ha confirmado los contactos entre Rudy Giuliani, el abogado personal del presidente estadounidense, Donald Trump, y el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, si bien ha aclarado que actuó a título personal hasta el punto de que el Departamento de Estado no estaba al tanto de ello.
'The Washington Post' reveló que Giuliani habló por teléfono con Maduro en septiembre de 2018, en medio de los esfuerzos de la comunidad internacional para que repitiera las elecciones presidenciales del 20 de mayo de ese año, meses antes de que Juan Guaidó se autoproclamara "presidente encargado" de Venezuela el 23 de enero de 2019.
Además, el diario estadounidense informó de que Erik Prince, el fundador de la empresa de seguridad privada Blackwater y un asesor informal de la Administración Trump, también mantuvo una serie de conversaciones secretas con un alto cargo venezolano.
"Desde luego, no estaba al tanto de nada de lo que ocurrió en 2018", ha dicho Abrams en una entrevista concedida durante el fin de semana al 'Miami Herald'. Además, el enviado especial, que se incorporó al Gobierno al año siguiente, ha indicado que, "en lo que se refiera a 2019, no era un canal oficial".
Abrams ha querido dejar claro que la Casa Blanca no ha designado a nadie para establecer un contacto diplomático con Maduro. "No hemos enviado a ningún mensajero a Venezuela a llevar mensajes al régimen de Maduro", ha afirmado.
Así, ha hecho hincapié en que "las conversaciones que Giuliani o Erik Prince pudieron tener no eran oficiales". "No llevaban mensajes del Gobierno de Estados Unidos", ha enfatizado.
CRÍTICAS A TRUMP
El comportamiento de Giuliani bajo las órdenes de Trump es, precisamente, uno de los motivos del 'impeachment' al que el presidente estadounidense tendrá que hacer frente en el Senado por cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso por presionar a Ucrania para que investigara al precandidato demócrata Joe Biden y su hijo Hunter.
Fernando Cutz, ex director para América Latina en el Consejo de Seguridad de la Casa Blanca con Trump, ha considerado que "las dos cosas son malas situaciones". "Si el secretario (de Estado) estaba al tanto y no informó a su propio equipo, eso muestra que sabía que era una mala noticia. Si no lo sabía, eso muestra que hay figuras poderosas que no prestan atención a los principales funcionarios", ha indicado.
En este sentido, el senador republicano Marco Rubio --uno de los políticos estadounidenses más activos en lo tocante a América Latina--, ha lamentado que haya "operativos que llegan a cualquier parte del mundo donde Estados Unidos ha implementado sanciones y piensan que pueden lograr algún acuerdo tras bambalinas para beneficiarse personalmente".
José Cárdenas, que trabajó en política latinoamericana en el Consejo de Seguridad Nacional del Gobierno de George W. Bush, ha culpado al tipo liderazgo que ejerce Trump de la implicación de Giuliani y otras personas en la acción exterior de Estados Unidos.
"Dado que Trump muchas veces sigue su propio consejo y no confía en la burocracia, la relación (de Giuliani) con el presidente es lo que cuenta", ha comentado, recalcando que el magnate neoyorquino "cree que llegó a donde está siguiendo sus propios consejos".