MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los colegios electorales de Maldivas han abierto sus puertas este domingo para unas presidenciales en las que el actual mandatario, Abdulá Yamin, busca la reelección en medio de las preocupación de opositores y organizaciones civiles sobre la limpieza del proceso.
Yamin, que ha sido uno de los primeros en acudir a votar, ha sido acusado de reprimir y encarcelar a los principales opositores y utilizar al sistema de justicia para proteger sus intereses y los de su partido.
El principal candidato opositor a los comicios es el parlamentario Ibrahim Mohamed Solih --que se presenta como candidato de unidad por parte de la oposición--, quien ya ha acudido a votar a primera hora del día, según ha informado el portal local de noticias Maldives Independent.
Imágenes publicadas en las redes sociales muestran a decenas de personas haciendo cola frente a los colegios electorales en la capital, Malé. Se espera que la comisión electoral facilite datos sobre participación durante la tarde de este domingo.
El organismo ha asegurado que por el momento el proceso transcurre sin incidentes, si bien la organización no gubernamental Women & Democracy ya ha denunciado que se ha impedido acceder a sus observadores a los centros de votación.
Las elecciones se celebran en medio de un ambiente de represión contra la oposición por parte de Yamin, que ha encarcelado o forzado a huir al exilio a dos expresidentes, dos miembros del Tribunal Supremo, dos exvicepresidentes y diversos líderes opositores.
La crisis política en el archipiélago se agudizó en febrero, después de que el Supremo ordenara la liberación inmediata del expresidente Mohamed Nashid y otros ocho líderes opositores, entre ellos el exvicepresidente Ahmed Adib, y exigiera que se repitan los juicios contra ellos.
La decisión afectaba además al parlamentario Ahmed Faris; el líder del Partido Jumhuri, Gasim Ibrahim; el exfiscal general Muhuzaz Muhsin; el exmagistrado Ahmed Nihan; el líder del Partido Adhaalaz, Imran Abdulá; el exministro de Defensa Mohamed Nazim; y Hamid Ismail.
Sin embargo, días después fueron detenidos el presidente del tribunal, Abdulá Said, y otro juez del organismo, lo que llevó al Supremo a dar marcha atrás en su fallo, lo que fue rápidamente aplaudido por el Gobierno. Yamin había declarado el estado de emergencia poco después del veredicto del tribunal, que se negó a acatar.
Tras ello, el entonces Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, acusó directamente al presidente de Maldivas de "usurpar" los demás poderes del Estado en lo que calificó de "asalto total a la democracia" en la nación del océano Índico.
"Estoy seriamente preocupado porque las medidas adoptadas parecen ir más allá de las permitidas durante un estado de emergencia, restringiendo los principios básicos de la democracia y socavando el respeto a los derechos fundamentales", dijo en un comunicado.
La inestabilidad es persistente en el archipiélago desde el derrocamiento de Nashid en febrero de 2012, tras lo que fue arrestado y sentenciado en marzo por ordenar el secuestro de un juez, tras un proceso criticado por la comunidad internacional.