Refugiada en Etiopía con su acta de divorcio
DIANA DIAZ/ACNUR
   
Actualizado: sábado, 4 noviembre 2017 8:31

En el país hay más de 800.000 refugiados que podrán registrar ahora nacimientos, matrimonios o defunciones

MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

Ser refugiado ya es una experiencia dura pero lo es aún más ver cómo cuestiones de la vida cotidiana como el nacimiento de un hijo o un matrimonio quedan en un limbo y no quedan registrados en ningún sitio. Para mejorar este hecho, el Gobierno de Etiopía ha abierto al cerca de un millón de refugiados que hay en el país su registro civil en un gesto que desde el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) reconocen que es "histórico".

Etiopía acoge a más de 883.000 refugiados, de los que más de 100.000 han llegado desde principios de 2017, en su mayoría procedentes de Sudán del Sur. De este país son originarios el 47,2 por ciento del total de refugiados, seguidos por somalíes (28,6 por ciento), eritreos (18,5 por ciento) y sudaneses (4,9 por ciento).

Desde el pasado 27 de octubre, todos ellos podrán registrar nacimientos y defunciones, así como matrimonios y divorcios en el registro civil etíope. Los refugiados podrán registrar todos estos "acontecimientos vitales" de forma gratuita y "recibir certificados para documentar el acontecimiento" independientemente de su nacionalidad o estatus, resaltó en el lanzamiento de la medida el subdirector de la Administración para los Asuntos de Refugiados y Retornados (ARRA) etíope, Ato Zeynu Jamal.

"Hasta ahora, la política de Etiopía se basaba simplemente en cuidar y albergar a refugiados en los campamentos", reconoció Jamal, pero este cambio es "sorprendente". "Demuestra que nuestro compromiso con los vecinos que huyen del conflicto, las catástrofes humanas y los desastres naturales continuará", añadió.

Etiopía mantiene una política de puertas abiertas hacia los refugiados llegados de los países vecinos. La mayoría de ellos viven en campamentos y gozan de protección internacional, además de acceso a servicios básicos como alimentos, agua, cobijo, salud, saneamiento o educación. El Gobierno etíope se comprometió en la Cumbre de Refugiados de Nueva York de septiembre de 2016 a mejorar la situación de los refugiados en su territorio y este paso se enmarca en este esfuerzo.

"Garantizando que los refugiados sean incluidos en el sistema nacional de registro civil, el Gobierno de Etiopía ha dado un gran paso para reforzar el entorno de protección de los refugiados en Etiopía", subrayó la representante de ACNUR en Etiopía, Clementine Nkweta Salami, en el acto en el que los primeros once refugiados registraron documentos en Adis Abeba. Además de en la capital, también podrán hacerlo en los 26 campos de refugiados que hay en el país.

IDENTIDAD LEGAL

"El registro civil da a las personas una identidad legal y un estatus civil", destaca el portavoz de ACNUR en Etiopía, Kisut Gebre Egziabher. El certificado de nacimiento no solo da identidad al menor, sino que sirve como prueba del lugar de nacimiento y suele ser necesario para adquirir la nacionalidad y no quedar en situación de apatridia, además de acceder a servicios básicos como la educación o la salud.

También es una herramienta útil a la hora de proteger a los niños de la explotación y la violencia, así como de prácticas como el matrimonio precoz o el trabajo infantil, subraya en declaraciones a Europa Press. En la edad adulta, puede ser determinante a la hora de encontrar empleo en el sector formal, para adquirir propiedades u obtener un pasaporte.

Según las estimaciones de ACNUR, más de 70.000 hijos de refugiados nacieron en Etiopía en la última década. Todos estos niños podrán ver normalizada su situación a partir de ahora, ya que la medida tiene carácter retroactivo.

Uno de los primeros niños en beneficiarse de la nueva posibilidad fue el hijo de Ariat Ochocka Odulla, una refugiada sursudanesa. Ariat, que llegó huyendo del conflicto en su país en 2013, sabe bien lo que significa que sus hijos no tengan acta de nacimiento. Cuando fue a inscribir a su hija en la escuela, se lo denegaron porque no tenía acta de nacimiento. Finalmente, tras insistir, logró que su hija fuera aceptada.

Ahora, su hijo de 18 días tiene una partida de nacimiento que le facilitará las cosas. "Estoy más que feliz de que mi hijo esté entre los primeros refugiados sursudaneses aquí en ser reconocidos y recibir un documento legal", afirma orgullosa. "Este tipo de documentos son la única vía que tenemos para identificarnos y tener acceso a los pocos servicios que conseguimos. Esto es como vida para nosotros, es nuestra identidad", subraya.

DEFUNCIONES, MATRIMONIOS Y DIVORCIOS

Para los refugiados es igualmente importante el poder registrar las defunciones ya que, destaca el portavoz de ACNUR, además de garantizar derechos de herencia, las actas de defunción suelen ser necesarias para los entierros, para volver a casarse o para resolver causas criminales. Lo mismo ocurre con matrimonios y divorcios, añade. En el caso de los matrimonios, pueden ser especialmente útiles para parejas mixtas de un refugiado y un nacional, ya que ayudarían a sus hijos a obtener la ciudadanía "demostrando que uno de sus padres es un ciudadano etíope".

Egziabher también cree que el registro civil ayudará al Gobierno etíope a la hora de planificar los servicios que ofrece, ya que le ayudará a llevar un recuento más preciso de las personas que nacen y mueren en su territorio.

El portavoz de ACNUR ha resaltado que Etiopía se ha convertido en uno de los primeros países en comenzar a aplicar el Marco de Respuesta Integral para los Refugiados, acordado en la cumbre de 2016 y que busca fomentar la autosuficiencia y la inclusión de estos, así como aliviar la presión de los países de acogida. La agencia de la ONU está trabajando en ello con las autoridades del país, pero solo ha recibido el 27 por ciento de los 335,4 millones solicitados para este año.

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