MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director general de Acción contra el Hambre (ACH), Olivier Longué, ha advertido este lunes de que si se opta, como parece, por la construcción de campos de refugiados en Grecia y Turquía para atajar la actual crisis, estos deben tener una fecha de caducidad.
En un encuentro con periodistas en Madrid, Longué ha lamentado la situación actual, incidiendo en que actualmente mujeres y niños constituyen ya el 60 por ciento de los que arriesgan sus vidas para llegar a Europa cruzando desde Turquía y Grecia.
Asimismo, ha resaltado que desde comienzos de 2016 se ha producido un incremento del 60 por ciento en el número de llegadas. Según los últimos datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), cerca de 135.000 inmigrantes y refugiados han llegado en lo que va de año a Europa, unos 125.000 de ellos a Grecia.
Ante el cariz que ha tomado la situación, con el cierre de fronteras por parte de los países balcánicos y Austria, lo que ha dejado bloqueadas a decenas de miles de personas en Grecia, "yo creo que vamos a ver la creación de campos de refugiados", ha afirmado Longué, subrayando que "eso va a ser el gran problema, ¿dónde los vamos a colocar?".
Así, se ha mostrado "perplejo" por que se pueda hablar de crear un campo para 100.000 refugiados en Grecia y ha subrayado que siempre que se crea un campo "hay que hacerlo pensando en mañana".
"Hacer un campo es pensar siempre cuándo lo voy a cerrar y tiene que ser un concepto limitado en el tiempo porque si no acabamos en crisis muy complejas", ha incidido, poniendo como ejemplo a los refugiados palestinos, algunos de los cuáles son ya de "cuarta generación", que no se pueden mover y que "están condenados a la marginalidad".
Por otra parte, Longué ha atribuido el incremento en las llegadas de refugiados a Europa a "la falta de ayuda humanitaria" tanto dentro de Siria como en los países de la región, donde residen mayoritariamente los más de cuatro millones de sirios que han huido de su país tras casi cinco años de conflicto. Según ha resaltado, el año pasado solo se recibieron el 56 por ciento de los fondos solicitados para atender las necesidades básicas de estas personas.
También ha sostenido que otro factor clave es que "el mundo es global para bien y para mal" y por tanto las crisis también lo son cada vez más y los conflictos tienden a perpetuarse y a volverse "enquistados". "Lo que pasa ahora en Siria pasará y seguirá pasando", ha vaticinado.
En este sentido, ha defendido la necesidad de que la UE lleve a cabo una "reflexión" sobre la materia, teniendo en cuenta sus principios y valores. Aunque, ha admitido, "no podemos acoger a todos", sí que habría que analizar los flujos y crear un sistema que permitiera acoger con mayor facilidad a quienes lo merecen.
En este sentido, ha puesto el acento en el que el actual sistema de refugio y asilo se puso en marcha tras la Segunda Guerra Mundial. "En una Europa de postguerra, arruinada y sin recursos se acogió a millones de refugiados, los mismos que hoy parece ser imposible de acoger", ha lamentado.
Longué ha resaltado el papel desempeñado en la actual crisis de refugiados por la canciller alemana, Angela Merkel, y ha lamentado que países tradicionalmente de acogida, como Francia y Países Bajos, no hayan estado a la altura. En su opinión, los gobiernos de estos países han "guardado silencio" por temor a "una extrema derecha tóxica que está capando la capacidad de acción de la UE aunque no gobierne". "Se toman medidas como si estuvieran" en el poder, ha criticado.
TREGUA EN SIRIA
En otro orden de cosas, el director general de ACH, organización que trabaja tanto dentro de Siria como en los países vecinos, ha indicado que "no hemos notado ninguna mejora" desde que entró en vigor el pasado 27 de febrero la tregua aceptada por el Gobierno de Bashar al Assad y las facciones rebeldes sirias.
Según ha dicho, no han notado "un movimiento inverso" de refugiados en Líbano o Jordania de vuelta a Siria. "Hay mucho miedo" entre los sirios, ha reconocido, resaltando "la capacidad de adaptación" demostrada por los sirios, si bien ha incidido en que tras cinco años "se está agotando".
Longué ha explicado que los primeros en salir de Siria fueron los más pobres y los que vivían en las zonas rurales. Ahora se están marchando los que viven en las ciudades y también "la clase media", que han aguantado lo que han podido pero que ahora son los que pueden permitirse pagar por un 'billete' para Europa.
En su opinión, estas personas que están saliendo ahora volverán si la guerra termina a corto o medio plazo, pero "si pasan otros cinco años seguramente no volverán". Los que se encuentran en los países vecinos sí que es más probable que vuelvan, ha añadido.