Personas recogiendo agua en Bukavu, en Kivu Sur
MARTA SOSZYNSKA/MSF
Actualizado: martes, 19 diciembre 2017 14:31

En 2016 hubo una cifra récord de fondos destinados a la ayuda humanitaria pero el 40% de las necesidades no se cubrieron

La ayuda humanitaria española registró un ligero aumento aunque ha experimentado una caída del 90% respecto a su nivel máximo

MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

El sistema humanitario se está viendo sobrepasado por la proliferación y el enquistamiento de los conflictos, por la dejación de las responsabilidades de los estados, que en muchos casos abusan de la acción humanitaria para conseguir otros objetivos, y por las dificultades de acceso con las que se encuentran las organizaciones del sector, lo que deja sin asistencia a millones de personas que la necesitan.

Estas son las conclusiones del último informe elaborado por el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) y Médicos Sin Fronteras (MSF) sobre 'La acción humanitaria en 2016-2017. Usos, abusos y desusos del humanitarismo en el escenario internacional', en el que la "buena noticia", en palabras del codirector del IECAH, Francisco Rey, es que la ayuda humanitaria internacional alcanzó "una cifra récord de 27.300 millones de dólares en 2016", un 6 por ciento más que en 2015.

No obstante, este crecimiento es inferior al registrado en los tres años anteriores, cuando fue del 12, el 21 y el 18 por ciento, respectivamente. Además, ha incidido Rey durante la presentación del informe, esta cantidad no ha sido suficiente "para satisfacer las necesidades de los llamamientos" formulados por la ONU. Según ha precisado, "las necesidades no cubiertas aumentaron en 2016 y llegaron al 40 por ciento".

Además, también es "preocupante" el hecho de que la ayuda se ha concentrado "en unas pocas crisis" como Siria, Irak, Yemen o Sudán del sur, pero hay otras crisis "olvidadas" a las que no ha llegado la ayuda necesaria para cubrir las necesidades de su población.

Por otra parte, ha resaltado como "positivo" el hecho de que la ayuda humanitaria canalizada por las ONG "ha crecido un 31 por ciento" en 2016, hasta alcanzar los 9.500 millones de dólares, el 60 por ciento de los cuales ha provenido de donantes privados.

CONFLICTOS CRÓNICOS Y OTROS NUEVOS

Según ha explicado Jesús Núñez, también codirector del IECAH, "la acción humanitaria está sobrepasada porque se cronifican los conflictos violentos y aparecen otros nuevos" entre otras cosas por la "dejación por parte de los gobiernos nacionales y la comunidad internacional a la hora de hacerlos frente".

En la actualidad, ha precisado, hay 33 focos de conflictos violentos y 87 focos de tensión aguda. Se trata de "situaciones que están lejos de una solución definitiva" y para las que en ningún caso la ayuda humanitaria o la ayuda al desarrollo pueden ser la salida, sino que son necesarias "soluciones políticas".

Entre estos conflictos, el director general de MSF, Joan Tubau, ha resaltado Siria, donde hay "niveles de desnutrición en niños que solo se habían visto antes en África" como consecuencia del asedio y los continuados bombardeos; Sudán del Sur, donde "nadie se acuerda ya de por qué se lucha" y donde la violencia interétnica ha provocado la mayor crisis de refugiados del continente; o Birmania, donde la "violencia extraordinaria" con la que respondió el Ejército birmano a los ataques de una pequeña milicia rohingya ha provocado un éxodo de 650.000 personas hacia Bangladesh y donde "entre 800 y 1.000 niños menores de 5 años han sido víctimas de una "violencia cruda y directa".

Además, la acción humanitaria se está viendo sobrepadasa, según Núñez, porque el hambre ha vuelto a aumentar en el mundo y hay más necesidades que cubrir y porque los gobiernos están llevando a cabo prácticas de cooperación que se pretenden hacer pasar por acción humanitaria cuando no lo son y también una "securitización" de la acción humanitaria, al presentarse operaciones militares como motivadas por causas humanitarias.

La ayuda al desarrollo y la ayuda humanitaria "pueden ser complementarias", ha sostenido al respecto Rey, subrayando que la acción humanitaria no se puede poner al servicio de las políticas del desarrollo puesto que persiguen fines distintos. Además, ha incidido Tubau, "siempre va a hacer falta ayuda humanitaria porque siempre habrá momentos de crisis". Es como si alguien prometiera que no van a hacer falta bomberos porque no va a haber incendios, ha ilustrado, subrayando que eso es imposible que ocurra.

DIFICULTADES DE ACCESO PARA LAS ONG

Otro de los grandes problemas a los que se enfrenta la acción humanitaria, según el informe, son las dificultades de acceso a la población necesitada en conflictos, entre otras cosas porque cada vez más el personal humanitario y sus infraestructuras son objetivo de ataques, contraviniendo las disposiciones del Derecho Internacional Humanitario.

Como consecuencia de ello, se produce lo que MSF define como "una brecha de emergencia" que lo que supone en la práctica es una ausencia de actores humanitarios y una "ineficacia del sistema para dar respuesta en contextos donde la violencia es extrema". En estos casos, "la presencia de la ayuda se limita a MSF y al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)" lo cual, ha admitido Tubau, "nos genera una preocupación enorme porque ambas organizaciones tenemos capacidades limitadas e insuficientes para reaccionar a las necesidades" de la población afectada.

Por otra parte, el informe dedica un apartado especial a la "mal llamada crisis de refugiados que no es sino una crisis de Europa", en palabras de Jesús Núñez, que ha tachado de "vergonzosa" la respuesta que se ha dado desde la UE no solo por el incumplimiento de sus compromisos sino por el hecho de que haya optado por "delegar" su trabajo en los países del Sahel para intentar evitar la llegada de migrantes y refugiados al continente.

El resultado de la falta de "respuesta efectiva" por parte de la UE que atienda las causas estructurales que empujan a esos miles de personas a tratar de llegar a Europa y los acuerdos alcanzados con Turquía primero y luego con las autoridades de Libia, han provocado un traslado del flujo cuyo resultado ha sido que las llegadas a España hayan vuelto a los niveles de 2006.

En este apartado, Rey ha criticado el que la UE haya destinado parte de la ayuda de su oficina de cooperación ECHO a programas en Grecia para atender a los refugiados, cuando seguramente podría haber recurrido a otro tipo de fondos europeos para ello. Con ello, ha añadido, se genera "confusión" y además se incumple lo que la propia UE exige a las ONG a la hora de darles fondos para financiar sus actividades fuera del continente.

LA ACCIÓN HUMANITARIA ESPAÑOLA AUMENTA LEVEMENTE

En cuanto a la acción humanitaria española, el informe constata un aumento de la ayuda en este apartado, que en 2016 alcanzó los 54,2 millones de euros, frente a los 46,5 millones de un año antes. En palabras de Francisco Rey, "la acción humanitaria ha sido el instrumento de cooperación más recortado de los últimos años, más de un 90 por ciento", después de que en los años 2010 y 2011 llegara a superar los 400 millones.

En parte, el aumento registrado en 2016 ha venido motivado por el hecho de que se ha producido un incremento en la ayuda ofrecida por ayuntamientos y comunidades autónomas. Así, según el informe, en 2016 estos destinaron un total de 18,7 millones de euros. Sin embargo, ha lamentado Rey, la acción humanitaria "sigue estando poco entendida" en España y no hay compromisos presupuestarios en el actual Plan Director de la Cooperación que se está debatiendo.

Prueba de ello es que la ayuda humanitaria solo representó el 1,33 por ciento del total de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) en 2016, cuando la recomendación es que se sitúe en torno al 10 por ciento. Además, en el caso de España, el incremento de la AOD en 2016 se debe a una "ayuda inflada" puesto que en ella se ha incluido la condonación de deuda a algunos países.

Más noticias

Leer más acerca de: