MADRID 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
Acción contra el Hambre ha alertado este miércoles de que la violencia de Boko Haram podría agravar aún más la difícil situación derivada de la inseguridad alimentaria que viven 460.000 personas en Diffa, una región de Níger marcada por el hambre y que acoge a 241 refugiados y retornados de Nigeria.
En un comunicado, ACH ha recordado que, durante la última década, Níger se ha enfrentado a "severas crisis climáticas causadas por la escasez y la irregularidad de las precipitaciones, a episodios de inestabilidad política y a crisis alimentarias y nutricionales en 2005, 2010 y 2012".
"Actualmente 2,1 millones de personas se enfrentan a una situación de inseguridad alimentaria en el país y en regiones como Zinder, Diffa, Maradi y Dosso la tasa de desnutrición se sitúa por encima del 15 por ciento, superior al umbral de emergencia establecido por la OMS", ha contado la ONG.
Según sus estimaciones, "400.794 niños sufren de desnutrición aguda severa y 709.003 niños y 272.000 mujeres embarazadas y lactantes están afectados por la desnutrición aguda moderada". ACH ha afirmado que Niger ha padecido los conflictos internos de los vecinos Malí y Nigeria, que están provocando un flujo permanente de refugiados y retornados, "ejerciendo a su vez una creciente presión sobre la capacidad de absorción ya agotada de las comunidades de acogida en Diffa".
"Esta región, afectada por la inseguridad alimentaria y nutricional crónicas, así como por la falta de acceso a instalaciones de agua, saneamiento e higiene, acoge ya a más de 241.000 refugiados y retornados de Nigeria, dispuestos en 51 asentamientos", ha explicado Acción contra el Hambre.
La ONG ha advertido de que las necesidades de la población "son muy grandes", "sobre todo debido a la inseguridad constante, que, junto a la llegada de población desplazada, se han añadido a las debilidades estructurales ejerciendo una mayor dependencia sobre las actividades agro-pastorales y de pesca".
"Los recursos naturales en el lago Chad o el río Komadugú son inaccesibles, lo que agrava la escasez de medios de vida y priva a la población de fuentes de ingresos como la pesca y la ganadería. Las rutas de trashumancia se han interrumpido, aumentando la presión sobre los recursos de pastoreo y disminuyendo la producción animal", ha explicado.
En este sentido, ha dejado claro que tampoco se puede acceder a los campos de cultivo, "lo que impide cualquier actividad agrícola en la zona y, en consecuencia, cualquier ingreso económico relacionado con la agricultura". Todos estos factores, en opinión de la ONG, son "responsables de la vulnerabilidad y la pobreza que afecta a la población de Diffa, a los que las pocas organizaciones humanitarias presentes en la zona trabajan para dar respuesta".
"Antes del conflicto, la región de Diffa ya estaba clasificada como un área crónicamente vulnerable. Por lo tanto, incluso en las zonas menos expuestas a los ataques de Boko Haram, la situación alimentaria y nutricional sigue siendo crítica ya que estas zonas se enfrentan a un déficit crónico, incluso en años normales. Actualmente, las familias de refugiados o desplazados dependen en gran medida del apoyo de las comunidades de acogida para sus necesidades básicas como vivienda, alimentos, agua..., a pesar de que éstas ya sufren una fuerte presión", ha afirmado Álvaro Pascual, responsable geográfico de Acción contra el Hambre para el Sahel.
Pascual ha incidido en la que la respuesta de emergencia en Diffa es "especialmente compleja". "Diffa es un contexto específico con una compleja crisis humanitaria en la que los repentinos e inesperados movimientos de población, condicionados por los ataques de Boko Haram, hacen que la respuesta de emergencia sea especialmente compleja. Nuestro trabajo debe integrar intervenciones a corto, medio y largo plazo, combinar acciones de emergencia con actividades de recuperación y desarrollo, y hacer frente así a las causas que originan la situación de vulnerabilidad en la zona", ha señalado.
Acción contra el Hambre ha indicado que está prestando "especial atención a la mejora de la producción agrícola y a la creación de oportunidades de trabajo". Así, por medio de transferencias de dinero para resolver las necesidades alimentarias y de actividades generadoras de ingresos para apoyar la autosuficiencia de la población, la ONG busca "evitar un mayor deterioro de la situación, reducir la presión sobre las comunidades de acogida y reducir al mínimo la puesta en práctica de mecanismos de supervivencia negativos".