En 2017 se han dado 2,8 millones de desplazamientos internos, la cifra más alta desde el comienzo del conflicto
MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
Acción contra el Hambre (ACH) ha denunciado este martes que hay tres nuevos desplazados por cada sirio que decide volver a su hogar, cuando están a punto de cumplirse siete años desde el inicio del conflicto en el país.
Según la organización, hay 6,1 millones de desplazados internos en Siria. En 2017, se produjeron 2,8 millones de desplazamientos nuevos, contando tanto con aquellos que han tenido que abandonar sus hogares por primera vez como con los que han vuelto a tener que huir. Esto ha supuesto 7.665 nuevos desplazados cada día. Según ACH, esta es la mayor cifra registrada desde el inicio del conflicto el 15 de marzo de 2011.
"Lejos de lo que podría parecer, el conflicto en Siria está muy lejos de estar estinguiéndose", ha dicho el director de Incidencia de la organización, Manuel Sánchez Montero.
Un total de 5,8 millones de sirios han tenido que abandonar el país, según ACH. De estos últimos, el 80 por ciento permanecen en los países vecinos: 3,5 millones en Turquía, 995.000 en Líbano, 657.000 en Jordania, 247.000 en Irak, 127.000 en Egipto, etc.
Ocho de cada diez refugiados viven en la pobreza. El responsable de Incidencia de ACH ha destacado las situaciones de precariedad y abuso a las que estos tienen que hacer frente para subsistir, dado que en la mayor parte de ocasiones no cuentan con un permiso de trabajo: trabajo infantil, matrimonios forzosos, prostitución encubierta, etc.
NO HAY RETORNO SEGURO Y DIGNO POSIBLE A SIRIA
El jefe del equipo de Emergencias de ACH, Víctor Velasco, ha señalado que, a los prejuicios más obvios del conflicto hay que añadir el desabastecimiento de los mercados, los daños a las zonas de cultivo, la pérdida de cabezas de ganado, etc.
Todo esto influye en que "el retorno a Siria sigue siendo un canto al sol", según Velasco, ya que todavía no se dan las condiciones adecuadas para que los sirios vuelvan de una manera digna a sus hogares. El responsable de Emergencias de ACH ha recalcado que hay que recuperar los medios de vida de la población para asegurar su retorno.
Velasco ha destacado que "el hambre sigue siendo un arma de guerra". ACH ha estimado que 3,4 millones de personas se siguen encontrando en zonas de difícil acceso para la ayuda humanitarias, como Ghuta Oriental, en las afueras de Damasco; Afrin, en la frontera con Turquía; Hasaka, en el noreste del país; e Idlib, en el noroeste.
Al hablar sobre los frentes de batalla abiertos actualmente en Siria, Sánchez Montero ha dicho que en el país se está produciendo "un círculo vicioso, las fuerzas utilizan a la población civil como escudo". Se está produciendo "una vulneración fácil, gratuita e impune", ha añadido el responsable de ACH.
EL AGOTAMIENTO DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL EN LA CRISIS DE SIRIA
Actualmente, uno de los retos a los que las ONG en Siria es que los bancos no respetan las exenciones humanitarias: ACH ha reconocido tener problemas a la hora de introducir recursos en el país para llevar a cabo sus programas.
A esto hay que añadir otros obstáculos administrativos impuestos por el Gobierno del presidente del país, Bashar al Assad, que dificulta a ACH el conseguir firmar contratos largos, utilizar almacenes, etc.
El agotamiento de la comunidad internacional ha supuesto la reducción del dinero ofrecido para paliar las consecuencias del conflicto, según la ONG. Del total que se necesitaba en 2016, los países contribuyeron con un 75 por ciento. Esa cifra cayó al 52 por ciento en 2017.
Este agotamiento es "un tanto peligroso porque este conflicto requiere de actitudes proactivas por parte de los países involucrados, ha declarado Velasco, manifestando el temor de la ONG de que el conflicto caiga en el olvido y que se convierta en una "guerra incrustada" en la región.
Por último, Velasco ha hablado sobre cómo las consecuencias del conflicto continuarán en el tiempo mucho más allá de la firma de la paz. "El final de la guerra es la paz en negativo, la ausencia de la guerra".
Sánchez Montero ha recalcado que el futuro de Siria dependerá del tipo de paz que se firme. Si esta no es "estable y justa" se podrán dar consecuencias en el tiempo similares a los de otros países de la región, ha explicado el responsable de ACH, como el Líbano, por ejemplo, donde ha habido refugiados palestinos durante los últimos 30 años.
ACH trabaja desde 2008 en Siria. La ONG tiene varios equipos destinados sobre el terreno, por ejemplo en la capital del país, Damasco, o en la región de Hasaka, en el noreste de Siria. Dentro del país, atiende a 1,6 millones de personas.
La ONG promueve acciones como el reparto de agua a familias, la ayuda alimentarias (sobre todo a madres lactantes y a menores de cinco años) y la recuperación de medios de vida, así como intervenciones en temas de salud en los hospitales que ya funcionan.