MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y sus sociios han abierto un nuevo asentamiento para los refugiados sursudaneses que llegan a Uganda, ante el continuado flujo que se ha venido registrando en los últimos meses como consecuencia de la reactivación del conflicto en Sudán del Sur el pasado mes de julio.
El nuevo campo de Imvepi, con una capacidad prevista para 110.000 refugiados, ha abierto sus puertas en el distrito de Arua, en el norte de Uganda, después de que el último emplazamiento de este tipo, el de Palorinya, en el distrito de Moyo haya alcanzado su capacidad máxima de 135.000 refugiados tras su apertura en diciembre. Este se abrió después de que el campo de Bidibidi, uno de los mayores del mundo, alcanzara su tope con 270.000 refugiados.
Según ha explicado ACNUR en un comunicado, cada día llegan a Uganda miles de sursudaneses que huyen del conflicto en su país. La ubicación de Imvepi ha sido considerada adecuada para el nuevo asentamiento ya que se mantienen algunas de las antiguas infraestructuras de cuando la zona se empleó en el pasado para acoger también a refugiados sursudaneses. Hasta el campo han llegado ya en los dos últimos días más de 2.000 refugiados.
Como en otros puntos de Uganda, la instalación en el país de refugiados es posible gracias a la política de puertas abiertas que mantiene el Gobierno, que apuesta por que los refugiados vivan junto a las comunidades locales y contribuyan al desarrollo de las mismas.
La agencia de la ONU ha destacado la "genoridad de la comunidad anfitriona en Imvepi, que ha donado los terrenos en los que se instalará el asentamiento" y ha considerado que "este gesto es una muestra excepcional de solidaridad con personas que se han visto obligadas a dejar todo atrás debido a la guerra y el conflicto".
A su llegada a Uganda, los refugiados sursudaneses reciben una parcela de tierra en la que construir su vivienda y en la que poder cultivar, y además se les permite acceso a servicios públicos como la sanidad o la educación. A cambio de ello, alrededor del 30 por ciento de los recursos de la respuesta humanitaria van dirigidos directamente a beneficiar a las comunidades anfitrionas, en general mejorando las infraestructuras, lo que beneficia tanto a residentes como a refugiados.
ACNUR ha resaltado que Sudán del Sur se ha convertido ya en la mayor crisis de refugiados de África, con 1,5 millones, y la tercera de mundo por detrás de Siria y Afganistán, pero "atrae mucha menos atención y arrastra niveles crónicos de falta de financiación".
Uganda acoge actualmente a más de 755.000 sursudaneses, dos tercios de los cuales llegaron desde el pasado mes de julio. En lo que va de año, según ACNUR, han llegado 116.000 nuevos refugiados al país desde Sudán del Sur.