MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alerta de que el aumento de la hambruna, la inseguridad y la falta de fondos multiplican las posibilidades de que mujeres y niñas desplazadas sufran violencia de género.
"Las personas desplazadas por la fuerza están sufriendo los estragos de una tóxica mezcla de diversas crisis, que incluyen conflictos, cambio climático, costes desorbitados y los efectos de la guerra en Ucrania. Esto puede verse en todo el mundo, pero las mujeres y las niñas se llevan la peor parte", ha asegurado el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
La inflación y la interrupción de las cadenas de suministro han generado que muchas personas desplazadas y refugiadas no puedan cubrir sus necesidades básicas. Una crisis a la que desde ACNUR señalan que las niñas y mujeres son más vulnerables ya que a este cúmulo de situaciones se añade el ser excluidas de la educación y deben tomar decisiones extremas para hacer frente a la pobreza.
"Tras agotar sus ahorros, muchas personas se saltan comidas, envían a sus hijas e hijos a trabajar en lugar de que vayan a la escuela, y, en algunos casos, no les queda más remedio que mendigar o dedicarse a la venta o el intercambio de sexo para sobrevivir. Demasiadas personas se encuentran expuestas a un mayor riesgo de explotación, trata, matrimonio infantil y violencia de género", ha señalado Grandi.
ACNUR ha detectado graves problemas de nutrición entre las refugiadas en Argelia, Bangladesh, Camerún, Chad, Etiopía, Kenia, Níger, República del Congo, Sudán, Sudán del Sur, Tanzania, Uganda y Zambia. Entre los que se incluyen la anemia, la desnutrición aguda y el retraso en el crecimiento.
Además, en Siria, 1,8 millones de personas en campos de desplazados enfrentan inseguridad alimentaria grave, mientras que nueve de cada diez refugiados sirios en Líbano no pueden pagar servicios o alimentos esenciales.
En América Latina el escenario no es más favorable, donde la mitad de las personas desplazadas apenas puede hacer dos comidas al día, y tres cuartas partes de estas habrían reducido la cantidad o la calidad de sus alimentos, según recoge el observador internacional.
Además, cerca del 90 por ciento de las personas desplazadas de manera interna en Somalia y Afganistán no podrán consumir suficientes alimentos si se acentúa la inseguridad alimentaria en la región, como prevé el organismo.
Por ello, la OSCE denuncia que en estas situaciones de crisis crecen los casos de niñas obligadas a casarse para que su familia pueda comprar alimentos. De hecho, en África Oriental y en el Cuerno de África están aumentando los matrimonios infantiles, que "liberan" la presión sobre los ingresos familiares.
Asimismo, el Alto Comisionado advierte que las sequías también han agravado el riesgo de que estas personas sufran violencia sexual puesto que se ven obligadas a recorrer mayores distancias para conseguir más agua o recolectar leña.