MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha confirmado un descenso en el número de migrantes y refugiados que han llegado a las costas del sur de Europa en la primera mitad de 2017, aunque ha advertido de que miles de personas siguen enfrentándose a todo tipo de abusos que incluso ponen en riesgo sus vidas.
La agencia de la ONU ha atribuido gran parte del freno del flujo migratorio a una disminución del 94 por ciento en el número de personas que cruzaron el mar Egeo entre Turquía y Grecia. Las llegadas a Italia, en cambio, se mantuvieron en un nivel similar en el primer semestre --más de 83.000--, aunque el ritmo también ha decaído en las últimas semanas.
Pese a estos descensos, "la probabilidad de que las personas que quieren llegar a Europa mueran en el intento sigue siendo alarmantemente alta", ha advertido ACNUR en un comunicado. Más de 2.200 personas murieron o desaparecieron en el mar durante los primeros seis meses de 2017, mientras que al menos 40 perecieron en las rutas terrestres dentro o cerca de las fronteras europeas.
Los datos, no obstante, son meras estimaciones, en la medida en que la mayoría de estos viajes se realizan de forma clandestina. ACNUR, de hecho, ha tachado de "conservadores" los cálculos, que se aproximan a otros elaborados por grupos como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La probabilidad de morir en el mar es de una sobre 39, según el informe, que pone el ojo no sólo sobre el último tramo de un arduo camino, sino también sobre las peligrosas travesías por el desierto. Los migrantes son víctimas en este viaje de todo tipo de abusos, entre ellos tortura y violencia sexual, así como secuestros a cambio de rescates.
ACNUR también ha recordado que muchos de los recién llegado a Europa han huido de la persecución, la violencia y los abusos, hasta el punto de que más del 40 por ciento de los solicitantes de asilo en Italia son personas necesitadas de protección internacional. Unos 11.400 son menores no acompañados o que han sido separados de sus familias.
El máximo responsable de ACNUR, Filippo Grandi, ha instado a no "ignorar" los abusos que se sigue produciendo "simplemente porque ocurren fuera de nuestra vista". "Tomar medidas para reducir el número de refugiados e inmigrantes que llegan a Europa es moralmente inaceptable si al mismo tiempo no se redoblan las medidas para el restablecimiento de la paz, el desarrollo y vías legales complementarias", ha subrayado.
La ONU reclama medidas concretas para hacer frente al tráfico y la trata de seres humanos que contemplen, por ejemplo, más vías seguras y legales para llegar a Europa. En este sentido, el informe ha recogido la necesidad de crear más plazas de reasentamiento y programas de reunificación familiar más amplios y flexibles.