MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha alertado este lunes de que las nuevas restricciones fronterizas introducidas en Europa para reducir el flujo migratorio no sólo no han evitado la entrada de nuevos solicitantes de asilo, sino que han provocado que éstos opten por rutas más peligrosas, a menudo negociando con traficantes ante la falta de vías legales de acceso al continente.
En un nuevo informe, ACNUR ha señalado que después del "cierre" de la ruta de los Balcanes y del acuerdo sellado entre la Unión Europea y Turquía en marzo del año pasado el número de personas que han llegado a Grecia a través de la ruta del Mediterráneo ha disminuido "drásticamente", pasando a ser la ruta del Mediterráneo Central desde el norte de África el principal punto de entrada.
Sin embargo, la tendencia de entradas en Italia muestran que las nacionalidades que principalmente cruzan hacia Grecia no han variado de forma significativa.
En total, en 2016 llegaron a Italia 181.436 personas por mar, de las cuales el 90 por ciento venían en barco desde Libia. Entre ellos había muchas personas con necesidades de protección internacional y otras, víctimas del tráfico. Las dos principales nacionalidades de migrantes llegados a Europa eran nigerianos (21 por ciento) y eritreos (11 por ciento).
Según ACNUR, la ruta a Italia es particularmente peligrosa, ya que registró más muertes en el mar en 2016 de las registradas hasta entonces: 5.096 personas murieron en el Mediterráneo el año pasado, el 90 por ciento en ruta hacia Italia, lo que supone que murió una de cada 40 personas que cruzaron por esta ruta.
El informe muestra que, en el último tramo del año, entró más gente a Europa a través de la ruta del Mediterráneo Occidental, o bien cruzando desde Marruecos y Argelia hacia España, o entrando a través desde territorio marroquí hacia Ceuta y Melilla.
Asimismo, los migrantes han continuado saliendo de Turquía a través del Mediterráneo Oriental desde el pasado mes de abril, pero en cifras mucho menores.
Según este estudio, decenas de miles de personas han sido expulsadas por las autoridades fronterizas en diferentes países europeos, entre ellos, España, y en algunos casos se han llevado a cabo abusos y agresiones para contrarrestar las entradas de migrantes.
Además, la agencia ha recibido "preocupantes" informaciones acerca de secuestros de refugiados, que han sido retenidos contra su voluntad para ser víctimas de abusos físicos y sexuales, torturas o de tráfico de personas.
"Esto muestra claramente que la falta de vías accesibles y seguras hace que los refugiados se arriesguen enormemente para tratar de entrar en Europa, incluidos aquellos que sólo vienen a reunirse con sus familiares", ha señalado el director de ACNUR para Europa, Vincent Cochetel.