MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
La agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, ha avisado de que 3,5 millones de desplazados internos en Afganistán están a punto de sufrir el impacto del invierno y enfrentarse a temperaturas de hasta -25C sin refugio, ropa de protección, combustible o alimentos.
ACNUR recuerda que los desplazados son una parte de los casi nueve millones de afganos que se exponen al riesgo de hambruna, entre ellos madres solas, ancianos, y niños y familiares necesitados de atención especial.
En una carrera contra el reloj, ACNUR ha comenzado la entrega de ayuda humanitaria por carretera desde los países vecinos y está preparando el envío de cinco vuelos con material de protección invernal desde Amán (Jordania), en unas operaciones que durarán como mínimo hasta febrero.
Los equipos de ACNUR entregarán mantas térmicas, ropa de invierno y material de reparación para los refugios, así como algo de dinero en efectivo para la adquisición de combustible de emergencia, ha informado desde Ginebra el portavoz de la organización, Babar Baloch.
ACNUR ha vuelto a pedir apoyo internacional para esta iniciativa y ha recordado que necesita en torno a 330 millones de euros para atender a la población afectada.
El invierno que viene será el primero que atraviesan los afganos bajo la reconquista talibán del país, que culminó en agosto. Esta misma semana, ACNUR avisaba de que muchos afganos se encuentran prácticamente atrapados y alertado de que la situación puede empeorar si no se levantan las restricciones en las fronteras.