MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha cifrado este lunes en 14.000 los refugiados sursudaneses que han entrado en Sudán durante el fin de semana, describiendo la situación como "una emergencia dentro de la emergencia".
"ACNUR ha registrado a cerca de 160.000 refugiados en Sudán desde que estallaron los enfrentamientos en Sudán del Sur en diciembre de 2013", ha dicho el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.
Asimismo, ha destacado que una de las prioridades es prepararse para la llegada de la temporada de lluvias, prevista para dentro de varias semanas. "Es fundamental incrementar las reservas de agua, medicinas y productos de higiene para hacer frente a enfermedades como la disentería y el cólera", ha agregado.
Dujarric ha apuntado que sólo el diez por ciento de los 152 millones de dólares (unos 135 millones de euros) solicitados para dar ayuda a los refugiados sursudaneses en el país vecino ha sido recibido, alertando que la situación humanitaria en el país se ha deteriorado durante los ñultimos dos meses.
La organización no gubernamental Oxfam afirmó a finales de mayo que unos 7,8 millones de personas pasan hambre en Sudán del Sur debido al conflicto y la escasez de alimentos, y se prevé que cerca del 40 por ciento de la población padecerá hambre aguda a finales de julio, la mayor cifra jamás registrada.
El miedo y los combates están obligando a la población a abandonar sus hogares, por lo que no pueden cultivar los campos y alimentar a sus familias. Además, muchas personas no pueden comer cada día y se están viendo obligadas a vender lo poco que tienen para conseguir alimentos.
Los niveles de malnutrición se han disparado y la población infantil de menos de cinco años, así como las mujeres embarazadas y las madres en lactancia, son las más afectadas, con posibilidad de enfermar o de morir. El 80 por ciento de las comarcas de Gran Alto Nilo, Warab y Bahr al Ghazal del Norte se encuentran en un nivel crítico de malnutrición, según la ONG.
Sudán del Sur ha entrado en una espiral de caída libre económica. La población se debe enfrentar a unos precios de los alimentos extremadamente altos y a un constante aumento del coste de la vida. Según Oxfam, la única manera de abordar esta crisis económica es parar la guerra, asegurar una paz duradera y empezar a reconstruir la economía.