GINEBRA, 24 Nov. (Reuters/EP) -
Alrededor de 1.000 refugiados y migrantes están atrapados en la frontera entre Macedonia y Grecia porque las autoridades macedonias niegan la entrada a ciertas nacionalidades, incumpliendo leyes internacionales, ha denunciado este martes el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
"Esta nueva situación humanitaria está poniendo de manifiesto la necesidad de atención urgente en Europa", ha manifestado un portavoz de ACNUR, Adrian Edwards. "Las nuevas restricciones repercuten en las personas en base a su nacionalidad", ha lamentado.
Las fronteras entre Grecia y la antigua República Yugoslava de Macedonia, y entre este último país y Serbia, solo permiten el paso a aquellos con nacionalidad siria, afgana o iraquí.
Las personas procedentes de otros países son rechazados, lo que ha provocado huelgas de hambre de alrededor de 200 personas, en su mayoría iraníes, bangladeshíes y paquistaníes, ha comunicado Edwards.
"Todo el mundo tiene derecho a recibir asilo y a ser escuchado independientemente de su nacionalidad. Es necesario que se informe adecuadamente a aquellos que les afecten estas decisiones y que puedan acceder a un asesoramiento adecuado", ha añadido.
ACNUR ha declarado que no tiene información sobre si estas nuevas restricciones están directamente relacionadas con los ataques de París de hace diez días que acabaron con la vida de 130 personas y que fueron perpetrados por milicianos del Estado Islámico.
"El tiempo ha empeorado de manera significativa para las personas que buscan asilo y es muy preocupante", ha recordado Edwards.
Unos 858.800 refugiados e inmigrantes han llegado a Europa en lo que va de año a través del mar, principalmente a Grecia e Italia. Además, 3.548 han muerto o han desaparecido, de acuerdo con los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Solo 148 refugiados han sido recolocados en otros países de la Unión Europea, Finlandia, Luxemburgo y Suecia, ha recordado Edward.