MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
ACNUR y el Consejo de Europa han animado este martes a los países miembros de la Unión Europea a contar con profesionales sanitarios refugiados en la respuesta ante el coronavirus, una coyuntura que han calificado de "crítica".
"En las últimas semanas, varios estados europeos han hecho un llamamiento público para que profesionales sanitarios refugiados se sumaran a las respuestas nacionales para luchar contra el virus. Respaldamos estas iniciativas y esperamos que se amplíen tanto por el resto del continente como fuera de Europa" ha indicado el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi.
A juicio de Grandi, los profesionales médicos, que responden a la pandemia "con gran determinación y de forma desinteresada", necesitan "toda la ayuda disponible en estos momentos".
"Las personas refugiadas que cuentan con una competencia profesional demostrada están preparadas para sumarse y contribuir si se les permite hacerlo, bajo la supervisión de profesionales sanitarios certificados. De esta forma pueden mostrar su solidaridad y contribuir con las comunidades que los acogen", ha defendido.
ACNUR ha recordado que en Europa hay personas refugiadas y solicitantes de asilo que tienen las "competencias y experiencia relevante" y que "están dispuestas a participar y ayudar".
No obstante, ha aseverado que "la mayoría de las profesiones relacionadas con el ámbito sanitario están estrictamente reguladas y las autoridades nacionales son las que tienen que conceder las autorizaciones necesarias".
En este contexto, la secretaria general del Consejo de Europa, Marija Pejcinovic Buric, ha destacado el papel del Pasaporte Europeo de Cualificaciones para Refugiados (EQPR, por sus siglas en inglés), lanzado por el Consejo de Europa en 2017 para ayudar a los estados a valorar las cualificaciones de los refugiados y facilitar su integración
"Tanto las personas refugiadas como las sociedades de acogida y los propios países se benefician del Pasaporte Europeo de Cualificaciones para Refugiados" ha señalado.
"Esas cualificaciones que las personas refugiadas ya poseen, pero que no pueden documentar totalmente, pueden ponerse en práctica y se pueden desarrollar", ha agregado, antes de reconocer que "no sustituye" a los certificados y licencias necesarias, pero sí "ayuda a las autoridades a agilizar los procesos al facilitar parte del bagaje que se necesita".
Asimismo, el pasaporte también puede facilitar la creación de una bolsa con los perfiles de profesionales sanitarios refugiados que ya han sido evaluados, y que permitiría a las autoridades sanitarias nacionales determinar cuál es la mejor forma de contar con estos recursos si fuera necesario.
ACNUR y el Consejo de Europa han asegurado que ya trabajan con contrapartes de Centros Nacionales de Reconocimiento de Cualificaciones para identificar a profesionales sanitarios refugiados y contribuir en la evaluación de sus capacidades y credenciales a través de este programa.