MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha informado de que los servicios de atención por violencia sexual en la provincia congoleña de Kivu Norte, uno de los epicentros de la actividad de grupos armados en el continente africano, han recibido 6.600 casos de violaciones durante los primeros tres meses de 2023 en lo que podría ser "la punta del iceberg" de una nueva ola de violencia sexual.
ACNUR ha recabado estos datos a través de la llamada red de coordinación entre agencias por la protección de las víctimas de la violencia de género en el marco de la violencia desatada por los numerosos grupos armados que operan en el territorio. "De las más de 10.000 personas que necesitaron de atención por violencia sexual en Kivu Norte durante el primer trimestre de 2023, un 66 por ciento eran casos de violación", ha manifestado la alta comisionada adjunta para la Protección, Gillian Triggs.
Triggs avisa sin embargo que esta situación podría ser "la punta del iceberg" dado que muchas supervivientes no solicitan atención médica por amenazas, miedo a la represalia o la imposibilidad de desplazarse a centros de atención por el conflicto reinante. La inmensa mayoría de los responsables de estas violaciones son integrantes de grupos armados que asaltan a mujeres y niñas cuando, por lo general, abandonan zonas de seguridad en busca de leña o agua.
Hay que tener en cuenta que, desde marzo de 2022, casi tres millones de personas han huido de la violencia armada en el norte y el noreste de República Democrática del Congo, escenario de una "letanía de violaciones del Derecho Humanitario, donde los civiles son asesinatos y torturados en medio de arrestos arbitrarios, saqueos y destrucción generalizada".
En este contexto, ACNUR expresa su preocupación sobre la "disminución de los niveles de financiación para responder a esta emergencia" que afecta a estos 2,8 millones de desplazados internos de la región, parte de los más de 6,3 millones de personas están desplazadas internamente en todo el país "debido a la asombrosa violencia, lo que la convierte en una de las crisis de desplazamiento interno más grandes del mundo".
"Hasta la fecha", lamenta Triggs en este sentido, "ACNUR ha recibido solo el 33% de los 233 millones de dólares -- unos 210 millones de euros -- necesarios para atender sus necesidades urgentes".