MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha denunciado este viernes que casi 6.000 personas han huido de los "brutales ataques" perpetrados durante los últimos días por las milicias de las Fuerzas Democráticas Aliadas en el este de República Democrática del Congo (RDC).
La milicia de las ADF, que mantiene supuestos lazos con el grupo yihadista Estado Islámico, actúa en RDC desde la década de los noventa y, a pesar de las reiteradas ofensivas lanzadas contra ella, sigue generando violencia en la zona.
Así, está considerado uno de los grupos armados más peligrosos de los que operan en el país africano. La Oficina Humanitaria Conjunta de Naciones Unidas en RDC (UNJHRO) afirmó en febrero que alrededor de 850 civiles fueron asesinados en 2020 a manos de esta milicia en las provincias de Kivu Norte e Ituri.
La última serie de ataques se han concentrado en esta última provincia y comenzaron el pasado 31 de mayo con dos ataque simultáneos en los campos situados cerca de las localidades de Boga y Tchabi que dejaron al menos 57 civiles muertos, entre ellos siete niños, a tiros y a machetazos. Varios resultaron heridos y 25 personas fueron secuestradas. Además, 70 refugios y pequeños negocios en el campo fueron pasto de las llamas.
Particularmente cruento fue el ataque en Boga, donde murieron 31 hombres, mujeres y niños, muchos de ellos quemados vivos dentro de sus viviendas, ha lamentado el portavoz de ACNUR, Babar Baloch, en rueda de prensa desde Ginebra.
"La agencia de refugiados de la ONU se declara indignada por la última de esta serie de atrocidades que están cometiendo los grupos armados en el este del país", ha denunciado Baloch antes de pedir "un incremento inmediato de las fuerzas de seguridad en la región y recordar su llamamiento a "todas las partes para que respeten el carácter humanitario que representan los campamentos de desplazados".
La situación ahora mismo tiene un carácter alarmante. Ante el temor de nuevos ataques, unas 5.800 han escapado de Boga "con nada más que lo puesto". La mayoría han conseguido encontrar refugio en domicilios de familias de la región, de por sí prácticamente carentes de medios para subsistir ellas mismas. Otros se han refugiado en iglesias superpobladas.
La inseguridad reinante en la zona también está afectando el trabajo humanitario. Los centros de salud han tenido que suspender sus actividades y personal a la capital de Ituri, Bunia. En este sentido, ACNUR ha denunciado en los últimos días un ataque contra las instalaciones de un socio humanitario local "que ha dejado a miles de personas sin ayuda de carácter esencial".
Más de cinco millones de personas han tenido que escapar de la violencia y la inseguridad en República Democrática del Congo. Solo en la provincia de Ituri han acabado desplazadas 1,7 millones de personas.