MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han pedido este martes unos 1.000 millones de dólares (unos 938 millones de euros) en ayudas para abordar la situación en la que se encuentran casi 1,5 millones de refugiados rohingyas y ofrecer asistencia a las comunidades de acogida que se encuentran en Bangladesh.
El representante de ACNUR en Bangladesh, Johannes van der Klaauw, ha hecho un llamamiento a los socios de la agencia de la ONU y miembros de la comunidad internacional a "redoblar sus esfuerzos y ofrecer ayuda financiera que permita apoyar y hallar soluciones a la crisis de refugiados rohingyas a medida que la situación se complica y la crisis llega a su sexto año".
El Plan de Respuesta Conjunta de ACNUR para 2023, que cuenta con el liderazgo de las autoridades de Bangladesh, busca ayudar a unos 970.000 rohingyas que se encuentran en campamentos de Cox's Bazar y en la isla de Bhasan Char, así como 495.000 personas que se encuentran en comunidades bangladeshíes cercanas. Para ello, solicita 876 millones de dólares (unos 821 millones de euros).
"Cada día, este millón de rohingyas que huyeron de la violencia y la persecución en Birmania para trasladarse a Bangladesh se levantan con la incertidumbre de qué será de su futuro. Están desesperados y quieren volver a sus casas en Birmania, algo imposible ahora mismo", ha lamentado antes de añadir que "en vez de eso viven en campamentos hacinados y en condiciones peligrosas".
Así, ha puntualizado que las necesidades de los refugiados siguen siendo "urgentes" y que las mujeres y niños, que conforman un 75 por ciento de la población refugiada, corren el peligro de sufrir "abuso, explotación y violencia". Más de la mitad de los refugiados que se encuentran en estos campos tienen menos de 18 años, alerta ACNUR.
La falta de recursos ha llevado ya al Programa Mundial de Alimentos a introducir recortes en las ayudas a los rohingyas que viven en estos campamentos. A pesar de los esfuerzos, un 45 por ciento de las familias no cuentan con alimentos suficientes y sufren malnutrición.
Por ello, ACNUR ha destacado que es de "vital importancia" garantizar el apoyo a estas poblaciones para permitir que "accedan a los alimentos más básicos". Además, ha insistido en que el traslado de muchos de ellos a la isla de Bhasan Char "debe complementarse con una inversión adicional en iniciativas para una mejora de las condiciones de vida".
ACNUR ha alertado de que "el desplazamiento prolongado y las condiciones en los campamentos, que se han ido deteriorando, han provocado un aumento del número de refugiados que inician peligrosas travesías en bote para buscar un futuro mejor".
Datos de la agencia apuntan a que solo en 2022 más de 3.500 rohingyas trataron de cruzar el mar de Burma y el golfo de Bengala, una travesía que dejó al menos una decena de muertos.
"La solución a la crisis de los rohingyas depende de Birmania. Muchos refugiados siguen expresando su deseo de volver a casa si la situación lo permite, pero allí tampoco hay esperanza ni dignidad", ha señalado en un comunicado.
LA OIM TAMBIÉN PIDE RECURSOS
Por su parte, la OIM ha solicitado 125 millones de dólares (unos 117 millones de euros) a medida que avanzan sus trabajos de respuesta ante la crisis de refugiados rohingyas en el distrito bangladeshí de Cox's Bazar.
Desde que se desató la crisis migratoria en 2017, unos 900.000 rohingyas han solicitado refugio temporal en la zona, donde el Gobierno y la comunidad internacional han estado entregando ayuda humanitaria.
Las necesidades de estos refugiados son "inmensas" y satisfacerlas depende "completamente del apoyo recibido por las organizaciones hasta que puedan regresar a su país de forma sana y digna", ha indicado la OIM en un comunicado.
"Las crisis y desastres actuales en todo el mundo no deben hacer que olvidemos las necesidades de los rohingyas y la respuesta en Bangladesh", ha aseverado el director general de la organización, António Vitorino, que ha indicado que "existe la urgencia de aumentar la asistencia para garantizar que reciben el apoyo necesario".
El jefe de la misión de la OIM en Bangladesh, Abdusattor Esoev, ha matizado que las prioridades giran en torno a la posibilidad de "entregar asistencia para proteger a los más vulnerables y salvar vidas". Así, ha recordado que hace dos días se registró un trágico incendio en los campamentos de Cox's Bazar, por lo que 2.000 tiendas han quedado completamente destruidas y 16.000 refugiados se han quedado sin techo.
"Pedimos a la comunidad internacional que contribuya de forma generosa a nuestros esfuerzos para poder así ayudar a estos refugiados. No olvidemos nuestro compromiso con los rohingyas en Bangladesh", ha puntualizado.