Pintadas en Australia contra el centro de detención en la isla de Manus
REUTERS / STRINGER .
Actualizado: jueves, 23 noviembre 2017 20:16


MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha hecho un llamamiento a la contención después de que se haya denunciado un empleo de la fuerza durante el traslado de los refugiados y solicitantes de asilo que se encontraban hacinados en un centro de detención de inmigrantes en la isla de Manus, en Papúa Nueva Guinea.

Este centro había cerrado formalmente hace tres semanas, aunque los internos se negaron a abandonar las instalaciones al alegar que temían por su seguridad si eran trasladados a centros provisionales.

Unas 50 personas solicitantes de asilo han sido desalojadas este jueves del centro, gestionado por las autoridades australianas, después de que la Policía confiscase de manera violenta la comida, el agua y los utensilios personales de unos 310 detenidos.

"Instamos a ambos gobiernos a entablar un diálogo constructivo para rebajar las tensiones y trabajar en soluciones urgentes", ha declarado ACNUR en un comunicado.

ACNUR ha manifestado su preocupación ante las denuncias que le han llegado del personal que trabaja en Manus acerca de la fuerza empleada en los traslados, aunque ha advertido de que no ha podido confirmar el grado de dicha fuerza porque no ha tenido acceso completo a las instalaciones del centro.

Un asistente del Alto Comisionado para temas de Protección, Volker Türk, ha asegurado que ACNUR ha recordado al Gobierno de Australia que está en la obligación de "hacerse totalmente responsable y proveer una protección efectiva y soluciones seguras de largo plazo" a todos las personas refugiadas y solicitantes de asilo en cooperación con las autoridades de Papúa Nueva Guinea.

PROTECCIÓN

El equipo de trabajo de ACNUR que se encuentra en Manus sigue verificando estos hechos y contabilizando el número de personas que siguen hacinadas en este centro de detención, así como en el resto de centros a los que han sido trasladados.

ACNUR está en contacto con otras organizaciones y agencias humanitarias para garantizar que cualquier persona que haya resultado herida tenga acceso a cuidados médicos. Naciones Unidas también ha instado al Ejecutivo australiano a proteger a estas personas.

Las leyes australianas prohíben la entrada al país de cualquier persona que llegue a sus costas en embarcaciones informales, incluyendo personas refugiadas. El comité de Derechos Humanos de la ONU ha instado a Australia a revisar sus leyes migratorias para que funcionen en consonancia con las normas mundialmente aceptadas.

Los solicitantes de asilo suelen ser personas procedentes de Afganistán, Irán, Birmania, Pakistán, Sri Lanka y Siria. El Gobierno de Australia ha utilizado el centro de la isla de Manus y otro ubicado en la isla de Nauru, en el Pacífico, para detener a los inmigrantes que intentan llegar a las costas del país en embarcaciones.

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